13 años y solo en la parada del bus

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

César Quian

Es una de esas noticias que generan un enconado debate que alinea claramente a los lectores en dos bandos

18 jun 2022 . Actualizado a las 15:24 h.

Es una de esas noticias que generan un enconado debate que alinea claramente a los lectores en dos bandos, los que defienden con empeño la postura del padre y su hijo, y los que justifican la decisión de la conductora del bus, un autocar de línea en el que un chaval de 13 años no llevaba puesta la mascarilla. Según su padre, porque se le había roto la goma e intentaba colocársela de nuevo. Según la conductora, porque ya se la había quitado más veces.

El caso, según las informaciones de mi compañero Toni Silva, es que la chófer decidió detener el bus y dejar al chico en la parada sin preguntarle si tenía dinero o un móvil para llamar a alguien.

Y a partir de este hecho se produce la segmentación de la opinión pública. Unos ven en esa situación poco menos que la escena de la avioneta fumigadora de Con la muerte en los talones. En aquella película de Hitchcock, el protagonista se apea del bus en el medio de la nada, donde aparece un aeroplano con un piloto con mala leche y empeñado en cargárselo. Pero otros se preguntan por qué un chico de 13 años puede viajar solo en el bus, pero no bajarse en una parada, e ironizan con la buena disposición de muchos chavales de esa edad a realizar sin temor alguno sus primeras escaramuzas nocturnas en los locales de marcha del Orzán.

En fin... En mi opinión, sin necesidad de evocar la escena de suspense de Cary Grant y la avioneta fumigadora, bajo ningún concepto se puede dejar solo a un menor en la parada del bus o en otro sitio público. Creo que cualquier contratiempo serio que hubiese tenido el muchacho habría supuesto un problema grave para ella. La perspectiva cambia cuando uno piensa en si hubiese sido su propio hijo.