Casi 8.500 personas participaron en el histórico festival [S8], que pasó por el muelle de Batería

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

El pasado domingo finalizó la décimo tercera edición de la Mostra de Cinema Periférico de A Coruña, con grán afluencia

11 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado domingo finalizó la décimo tercera edición de la Mostra de Cinema Periférico de A Coruña [S8], que recuperó, tras dos años de pandemia, la presencialidad completa. De acuerdo con los organizadores, a lo largo de los diez días que duró el evento, casi 8.500 personas pasaron por el festival, que desarrolló parte de su programaicón en la antigua nave del muelle de Batería, que fue recuperada para acoger la exposición de Peter Lindbergh.

Durante el festival se proyectaron 55 estrenos internacionales y 47 de España. Asimismo, representantes de certámenes de diferentes partes del mundo, como Alemania, Letonia, Chile, Australia o Estados Unidos, así como de otras partes de España como el Festival de Málaga, el SACO de Oviedo y el Proyector de Madrid, estuvieron presentes en la cita. Para convertir las instalaciones en una sala de cine polivalente, con un aforo entre las 120 y 150 personas, en función de la sesión, los organizadores trabajaron con la Autoridad Portuaria y el equipo de Marta Ortega, promotora de la muestra fotográfica de Lindbergh.

El certamen, que anteriormente se realizó en espacios como la cárcel, el Ágora, los dos teatros de la ciudad, el Palacio de la Ópera, Palexco, la Fundación Seoane y la Domus, ofreció a 35 cineastas de 15 países participantes la posibilidad de decidir cómo y dónde poner los proyectores. Para el público, se instalaron butacas de cine rojas y bancos de iglesia de madera. El resultado atrajo una gran afluencia de personas, sobre todo a las sesiones de Amy Halpern, «que deixou unha gran pegada na audiencia a través do seu cinema de profundidade», señalan los organizadores. Asimismo, el cine en primera persona de Ute Aurand, la belleza plástica de las obras de Alexandre Larose, y la experiencia en tiempo real que se realizó en el acto de clausura con Leah Singer y Lee Ranaldo, fueron los otros momentos que más público congregaron.

Desde el festival destacan el impulso «como nunca antes» a su espacio destinado para la formación, con una sección, Sinais, renovada, y la consolidación del espacio Paraíso, dedicada al alumnado universitario, así como la continuación de input, en colaboración con la Fundación Luis Seoane.