
No queremos calles con buenos principios, sino con buenos finales. Con grandes remontadas
24 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Lo importante de una calle no es cómo empieza, sino cómo acaba. Una avenida puede arrancar muy rumbosa, con su acera planchada, su asfalto pintado con tiralíneas, su bulevar con arbolitos y sus portales de diseño, para acabar torciéndose tres manzanas más allá en una esquina con farolas apedreadas y tugurios sin nombre.
No queremos calles con buenos principios, sino con buenos finales. Con grandes remontadas, como las del Dépor, que se ponía las eliminatorias europeas cuesta arriba a propósito para luego lucirse en los partidos de vuelta.
El tramo entre que una calle nace y agoniza, o sea, lo del medio, lo describe como nadie Vari Caramés citando a Paco Taxes sobre el Orzán de los ochenta: