Incidentes en O Castrillón, en A Coruña, tras el inicio del derribo de narcochabolas

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

En el solar donde se produjo el derribo este lunes hay otras casas abandonadas
En el solar donde se produjo el derribo este lunes hay otras casas abandonadas ANGEL MANSO

Los vecinos alertan de continuos conflictos por el trapicheo de drogas en la zona

27 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de O Castrillón muestran su satisfacción por el derribo de una de las viviendas en ruinas situada en un descampado entre las calles Castrillón y Casanova de Eirís, «como reiteradamente y desde hace años habíamos solicitado», pero siguen preocupados por la creciente inseguridad en la zona debido al trapicheo de drogas. El último suceso tuvo lugar este lunes, tan solo unas horas después de producirse la demolición de ese inmueble abandonado. «Salí de trabajar y me encontré con un montón de mensajes en WhatsApp sobre una pelea», apunta uno de los vecinos del número 76 de la Avenida da Concordia, enfrente del solar en el que se tiró abajo la estructura.

De acuerdo con los residentes en el área, sobre las 21.00 horas una ambulancia acudió al descampado para atender a una mujer que, según señalan, «tenía la cara ensangrentada». Al lugar de los hechos también se desplazaron agentes de la Policía Local y de la Nacional. Desde los cuerpos de seguridad explican que recibieron el aviso de la reyerta sobre las 20.40 horas. «Onte había moito alboroto. Varios dos que frecuentan as chabolas andaban bastante nerviosos deambulando pola zona. É algo habitual. Detrás da casa que se tirou hai outra que é utilizada para consumo e venda de drogas», señaló ayer un vecino. En la misma línea se manifestó otro que comentó que «normalmente los problemas son entre los drogodependientes, pero claro, hay una sensación creciente de inseguridad en el barrio. Aquí viven muchas personas mayores que tienen miedo a salir a determinadas horas de sus domicilios».

Altercados frecuentes

Los residentes en el área confiesan que, aunque la problemática no es nueva, desde la pandemia se ha acrecentado. «Antes no se notaba tanto el menudeo porque no se veía el ir y venir de personas de otras zonas de la ciudad a consumir o comprar aquí la droga. Algunos llegan en coche y es habitual escuchar los ruidos de los motores a toda prisa. Incluso en una ocasión estaban pinchándose delante del portal, por lo que avisamos a la Policía Local. Cuando compré el piso, en el año 2016, el descampado ya estaba ahí y las casas ya estaban abandonadas, pero no había esta actividad de venta de droga».

Además de los gritos y conflictos constantes entre los que frecuentan y habitan las chabolas, los vecinos denuncian haber sufrido robos en los domicilios. «No es lo habitual, pero en una ocasión consiguieron entrar en el inmueble y robaron en una casa. Después, vendían los objetos aquí delante, en la chabola okupada. Recuerdo que ofrecían una silla de un niño que estaba prácticamente sin estrenar». Asimismo, otro vecino del barrio indica que los coches aparcados frente al descampado también han sufrido daños por parte de los drogodependientes: «Apareceron rodas pinchadas varias veces».

Más allá del solar derribado, los habitantes de O Castrillón manifiestan que son varias las chabolas en el barrio destinadas a la venta de sustancias ilegales. «En el entorno de la avenida Casanova de Eirís hay unas cuantas. El año pasado se produjo un incendio en una, cerca de la calle Antonio Ríos».

Otro punto que preocupa a los vecinos es el de la salubridad. «Como tiran todo en la finca se acumulan muchos residuos y aparecen ratas. Esto no es de ahora, pero es algo que también hay que controlar. El Concello ya actuó en una ocasión después de que los avisáramos. Tuvieron que desbrozar la zona, porque si no no era posible. Esto acabará convirtiéndose en un punto de vertedero ilegal», lamenta un residente en uno de los edificios próximos al solar.

El menudeo de estupefacientes, un problema cada vez más habitual en los barrios

El gobierno local prevé continuar con las demoliciones de chabolas en O Castrillón, aunque señalan que no hay plazos, ya que para acometerlos hay que realizar diferentes trámites burocráticos. Asimismo, la situación de cada inmueble condiciona su derribo, al igual que la postura de sus propietarios. Precisamente, el realizado este lunes corrió a cuenta de los dueños tras ser contactados por el Ayuntamiento, que se encargó de agilizar la actuación.

Para tratar ese y otros asuntos, como la mejora de la accesibilidad y la seguridad peatonal en diferentes calles, los vecinos de O Castrillón mantuvieron este lunes un encuentro con el concejal de Urbanismo, Francisco Dinís.

La preocupación de los residentes en O Castrillón se extiende a otros barrios de la ciudad, ya que la venta de drogas no se concentra en un solo punto. El Agra do Orzán, O Ventorrillo, Monelos, Monte Alto, la zona de copas del Orzán, O Birloque, Peruleiro, Labañou y Os Mallos son otros de los distritos castigados por el menudeo. Desde la plataforma Os Mallos Unidos denuncian que los hurtos, las peleas y los incendios en bajos okupados son constantes..

La ciudad herculina es la urbe gallega donde más aumentaron los delitos respecto al año anterior, con un 36 % más, según los datos del balance de criminalidad en A Coruña aportados por el Ministerio de Interior. Los delitos que más se incrementaron son robos con violencia e intimidación, un 53 % ; los robos con fuerza, un 13 %; los robos en domicilios, un 37 %, y los hurtos, un 55 %, con 4.144 casos registrados. Las peleas también crecieron un 22 % y el tráfico de drogas subió un 31,6 %.