«Que te dé la justicia la razón de una forma tan contundente y tan clara te hace sentir mejor. El tiempo dice que lo cura todo. Y, posiblemente todo no, pero ayuda mucho. Tenemos tres hijos más y hemos intentado seguir adelante lo mejor posible», aclara. Sobre si reconforta una sentencia así, dice que «mucho», porque confirma «lo que siempre decíamos nosotros, que había consecuencia directa de la actuación negligente de los médicos, el fallecimiento de la niña».
«Te quedas, francamente, más tranquilo. Pero evidentemente no te devuelve a Eva», aclara. Raúl también comenta que estos dos pediatras «siguieron trabajando durante doce años, cuando tenían que estar fuera del puesto de trabajo al día siguiente»: «Eso fue lo que pedíamos nosotros al hospital. Pero decían que bajo ningún concepto, que no», añade. Entonces, llegó a un acuerdo con el gerente: «Si había una sentencia condenatoria, los despedirían. Y por suerte, cumplió su palabra y fueron despedidos cuando la sentencia fue firme».