La plantilla de Alcoa firma el ERE con el que se se abre el camino al cobro de las indemnizaciones

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Concentración de los trabajadores de Alcoa a las puertas de la fábrica en febrero del 2021
Concentración de los trabajadores de Alcoa a las puertas de la fábrica en febrero del 2021 EDUARDO PEREZ

El acuerdo tendrá que ser aprobado por las autoridades laborales, los juzgados de lo mercantil y finalmente tendrá que ser homologado por el Tribunal Supremo

22 abr 2022 . Actualizado a las 10:57 h.

Los trabajadores de Alu Ibérica de A Coruña firmaron este jueves el expediente de extinción de empleo que implica el despido oficial de toda la plantilla de la planta de aluminio y con el que se abre la puerta a las indemnizaciones. Sin embargo, la firma del ERE de extinción necesita de algunos pasos más. Primero debe ser aprobado por parte de las autoridades laborales de Galicia y Asturias y después contar con la aprobación definitiva de los juzgados de lo mercantil de A Coruña y Oviedo. Una vez en este punto, el acuerdo debe ser homologado por la sala de lo social del Tribunal Supremo de la que salió la sentencia que condenó a la multinacional la pasada primavera a pagar el plan social a sus exempleados por no haber vendido a un grupo solvente sus fábricas.

Para llegar hasta el alto tribunal serán necesarias varias semanas y no será hasta ese momento cuando empiece a gestionarse la tramitación de las indemnizaciones. «Para empezar a cobralas terán que pasar mínimo 90 días desde que se complete o proceso», señaló Juan Carlos Corbacho, presidente del comité de empresa. El acuerdo que presentó Alcoa recoge una indemnización para cada empleado de 60 días por año trabajado más 10.000 euros lineales, lo que podría suponer un desembolso para la compañía de unos 70 millones de euros, entre las factorías de A Coruña y Avilés. Unas cifras que «non compensan para nada o sufrimento da plantilla» y que «nunca foron o obxectivo da plantilla».

El representante sindical puso en valor la lucha de los trabajadores durante todos estos años, una presión con la que se «obrigou» a Alcoa a tratar de buscar una solución pactada del proceso judicial. No obstante lamenta que el «abandono das Administracións» los dejó «desamparados e sen ningunha posibilidade de recorrido». 

Su lucha ahora irá encaminada a tratar de mantener en el futuro la actividad en la factoría y a recolocar a los trabajadores. «O plan de liquidación que presentan para a planta é pírrico en canto a recolocacións. Desde os sindicatos e o resto de entes personados no plan temos que facer alegacións para que se prime a recolocación dos traballadores», añadió.