Un hombre intenta llevarse a una niña a la salida de un céntrico colegio de A Coruña tras hacerse pasar por un amigo de la familia. Afortunadamente, la rotunda negativa de la niña, magníficamente aleccionada por sus padres para afrontar situaciones como esta, y el buen proceder del centro educativo impidió el rapto de la menor.
No estaría de más que ante una primera vez, no hay una sin dos, ni dos sin tres, se extremaran las medidas preventivas ante lo difícil que debe resultar controlar a tanto niño a la salida de un colegio. En determinados países son muy frecuentes los conocidos como secuestros exprés, que no son otra cosa que un secuestro extorsivo encaminado a conseguir de forma fácil y rápida un dinero a cambio de devolver a la mayor brevedad a la víctima.
No se trata de alarmar a nadie. Quizás solo se tratara de un trastornado deseoso de tener su minuto de gloria. Pero nada cuesta prevenir. En momentos de crisis se suele importar todo lo peor de los países que viven permanentemente en situaciones caóticas. Policía a la salida de los centros educativos y no se entrega a ningún alumno menor de una determinada edad que señalen las autoridades educativas salvo a los padres o a personas autorizadas expresamente por ellos.
Ante la locura de parte de una población enferma que se nos está yendo de las manos, más vale prevenir que curar.