Indignación en el callejón de la Estacada de A Coruña por el cuarto corte de luz en un mes

Los propietarios de los negocios ubicados en el callejón de la Estacada de A Coruña dicen que hacen honor al nombre de su calle porque se sienten «tirados e indignados». Un nuevo corte de luz, el cuarto desde el mes de febrero, obligó a algunos negocios de hostelería a tener que cerrar las puertas de sus establecimientos, aunque con la diferencia que este último apagón se registró en la primera noche del fin de semana, con reservas y todo preparado para atender a los clientes. «Estamos hartos. Nos fastidió la noche por completo y más con la que está cayendo. No salimos de una para meternos en otra», se lamentaba María Rancaño, propietaria de la cervecería La Marina, que también sufrió en su propia vivienda los estragos provocados por el corte de luz: «Se me estropeó la bomba de calor y la aseguradora dice que no se hace cargo, así que me tocará lidiar con la compañía eléctrica».

La noche también se puso cuesta arriba para Andrea Vastianou, dueña del restaurante griego Hellas. «Solo teníamos luz en la mitad del restaurante, pero estábamos sin campana extractora ni horno, algo que necesitas sí o sí. Así era imposible trabajar», comentó y denunció que «todos esos cortes nos generan un perjuicio que se traduce en dinero. Y hay que tener en cuenta que gran parte de nuestra facturación se hace durante los fines de semana». Por un momento se le pasó por la cabeza la idea de cambiar el horno a un enchufe de otra fase, pero no lo hizo por miedo y prudencia. «Podría sobrecargarse y al final hubiera sido peor el remedio que la enfermedad», reflexiona.

Los afectados, entre los que también hay viviendas particulares y negocios de todo tipo como la joyería Franermy o la firma de moda Alba Conde, están cansados de que la situación se repita y no les den una solución. «Un día lo entiendes, pero cuando van cuatro veces te cabrea un poco más», comentaba Daniel Reboredo, de la heladería Colón. «Da la sensación de que están poniendo parches a algo que ya no da más de sí. Que renueven la línea o lo que sea, pero necesitamos un arreglo definitivo», exigió. Uno de los cortes de suministro dejó a su negocio sin luz desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde, y es precisamente en esa primera mitad del día cuando se dedica a la elaboración de los helados artesanos. «Estuvimos todas esas horas de brazos cruzados sin poder hacer nada, y a las dos, cuando tocaba abrir la puerta, no teníamos nada que vender. Fue un día tirado a la basura. Aparte, todo el material que se estropeó», se quejaba.

Desde Naturgy explican que la avería en un cable de baja tensión dejó este viernes sin suministro eléctrico a unos cien clientes de la compañía durante algo más de dos horas. A pesar de que la incidencia ya ha sido reparada, reconocen que el pasado día 16 se registró otra, por lo que aseguran que se va a analizar la red para buscar la causa.

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