Sin rastro de las obras de la pasarela de Pedralonga, en A Coruña, seis meses después

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

La Marea Atlántica pedirá información al gobierno local por el retraso de la construcción

28 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana pasada se cumplieron exactamente seis meses desde que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana pusiera la primera piedra en el barrio de Pedralonga para establecer «un itinerario peatonal seguro». Una pasarela que sobrevolará Alfonso Molina y que supone un avance para los vecinos de este barrio y de Palavea, que veían en esta actuación el fin a su aislamiento. Medio año después de esa presentación con varios representantes del Ayuntamiento y la delegación del Gobierno en Galicia, no se encuentra ni el más mínimo aparato o maquinaria que indique que ahí exista una obra adjudicada con un plazo de ejecución de 26 meses y un presupuesto de 1,22 millones de euros. 

La previsión inicial es que la intervención urbanística estuviese finalizada en el segundo semestre del 2023. No obstante, al retraso del inicio de la construcción se suma la actual huelga de transporte, y el encarecimiento y la escasez de materiales. Un cóctel que le puede jugar un nuevo revés y paralizar la obra, como ya ha sucedido en la Cidade das TIC y recientemente en la humanización de la calle Compostela y Alcalde Marchesi.

Irá a pleno ordinario

De hecho, esta incógnita sobre la evolución de la actuación llegará al Ayuntamiento de A Coruña en el pleno ordinario de abril. La Marea Atlántica pedirá información al gobierno local por el retraso de las obras. «O paso seguro para unir Palavea e Santa Xema con Pedralonga e Eirís é unha demanda veciñal que leva décadas pendente, e que resulta fundamental para evitar os atropelos que periodicamente se producen por culpa dos cruces irregulares da avenida da Vedra á altura do Alcampo. Agora, por fin, a obra está licitada, pero os traballos para construíla non avanzan sen que haxa ningunha explicación ao respecto nin por parte do Ministerio de Fomento, responsable da infraestrutura, nin por parte do Concello da Coruña, que tamén participou no anuncio», lamentó la formación municipal.

Además, el ansiado viaducto es, en realidad, solo una de las tres fases en las que el Ejecutivo central ha dividido el proyecto de ampliación, mejora e integración urbana de la avenida de Alfonso Molina, que la ciudad exige desde hace más de 20 años. Sin embargo, las intervenciones siguen sin fecha, pendientes de los trámites previos y la financiación de la UE.

Se mantiene la siniestralidad

La ausencia de esta pasarela supone prolongar la siniestralidad para los residentes de esta zona, que solo pueden cruzar entre las dos orillas de Alfonso Molina al realizar un peligroso trayecto a pie a través de los arcenes y las zonas verdes de la propia avenida. Sin ir más lejos, en el 2021 una mujer resultó herida de gravedad al ser arrollada mientras cruzaba.

Para evitar este tipo de incidentes de circulación, el paso proyectado por el Ministerio de Transportes tendrá una longitud de 161 metros, un ancho útil de tres metros y dispondrá de barandillas en los laterales para minimizar el riesgo de caída. La pendiente máxima en sus rampas de acceso será del 6 %, dentro de los márgenes que establece la normativa de accesibilidad.

El tramo que atravesará el vial se levantará sobre pilas y rampas laterales de hormigón. Su vano central será de 40 metros de longitud y estará conformado mediante una celosía metálica de 4 metros de canto. Por otra parte, la infraestructura no tendrá ningún apoyo en la mediana sobre la AC-11, con el fin de limitar la afección a las condiciones de seguridad de la carretera.

La primera fase de la histórica demanda para ampliar el vial de Alfonso Molina

La demora en la construcción de la pasarela viene a constatar que los accesos de la ciudad siguen siendo la inversión pendiente de las administraciones. Tal y como explicó el Gobierno central, esta actuación es la primera fase del proyecto de mejora de capacidad e integración ambiental de la avenida de Alfonso Molina.

La primera de las otras dos partes está valorada en casi 14 millones de euros y su objetivo es la «mejora de capacidad del vial». La segunda, cuya finalidad es la «integración ambiental de la avenida, ascenderá a unos 4,4 millones. El propósito se ha reflejado en los prepuestos del Ejecutivo central. En las cuentas del 2022 cuenta con una partida de algo más de cuatro millones de euros. Están previstos nuevos desembolsos en el 2023 (7.370.000 euros), 2024 (6.317.000), y 2025 (3.307.000) hasta superar los 21 millones de inversión. El objetivo es financiar estos trabajos con los fondos Next Generation.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es que el vial al que recurren más de 120.000 conductores cada día sigue sin fechas concretas para aliviar su saturación. Ya hace una década que la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, confirmó en A Coruña «el próximo inicio» de una obra demandada durante lustros. El plan estaba hecho desde el 2003 y esperaba a ser ejecutado. Parecía que se comenzaba a ver la luz al final del túnel, pero los trabajos no llegaron a arrancar y en el 2015, tras el cambio en el gobierno local, con la Marea Atlántica, se paralizó la obra y empezó a tramitar un proyecto nuevo. Ahora, el actual Ejecutivo central, tras borrarla de sus primeros presupuestos a partir del 2018, ha vuelto a incluirla en sus planes económicos.