Ucranianos en A Coruña: «Lo que quiere Putin es que desaparezcamos como nación»

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Reclaman en la plaza de María Pita ayuda para su pueblo y «que alguien pare esta masacre»

21 mar 2022 . Actualizado a las 18:04 h.

Emoción contenida, la mano en el pecho para entonar el himno y voces quebradas en los discursos. Entereza y dignidad sobrevolaron el acto de la mañana del domingo en el que una treintena de ucranianos residentes en Galicia volvieron a pedir ayuda para su pueblo. Lo hicieron ante la mirada atenta de los coruñeses, emocionados como ellos en la plaza de María Pita.

Todas las consignas que incendiaban sus banderas amarillas y azules apuntaban en una sola dirección: Vladimir Putin: «fuera de Ucrania», «para de matar» o, simplemente, «asesino». Los ucranianos volvieron a la calle para pedir a Europa entera «que no deje de apoyar» su causa. Actos de refuerzo como el de A Coruña son grabados y enviados después a su país para intentar levantar el ánimo de los que allí «están luchando por la libertad. A los rusos les gustan los esclavos; a nosotros, la libertad», proclamó desde el estrado Masha Pavlenko, del colectivo AGA-Ucraína, organizadora de la concentración.

La mayor carga emocional llegó con la interpretación del himno, mano en pecho, y de su traducción posterior. Un himno, explicaron en María Pita, que «data de 1862, que ya estaba vigente durante el Imperio ruso, la Revolución Bolchevique o la Unión Soviética, y que es más actual que nunca desde que comenzó la guerra en el 2014 con la anexión de Crimea, y ahora», con la invasión del país. Dice su letra: «ni la libertad ni la gloria de Ucrania han perecido», «nuestros enemigos se desvanecerán como el rocío bajo el sol» y «el alma y el cuerpo sacrificaremos por nuestra libertad».

Pavlenko pronunció esta última frase con la voz quebrada, que recuperó vigor cuando proclamó: «Quiero poder volver a las playas preciosas de Odesa». En esa ciudad vivió varios años y ahora teme que el Ejército ruso entre en ella en breve para destruirla. «Casi todos mis amigos hablan ruso, pero eso no quiere decir que quisiésemos ser rusos. Ahora, todos hablan ucraniano para dejarles muy claro que somos diferentes y que somos libres», dijo, frente a un Putin que «lo que quiere es que desaparezcamos como nación. Necesitamos que alguien pare esta masacre, porque nosotros somos simples ciudadanos y no sabemos cómo hacerlo».

Masha Pavlenko elogió a los gallegos por su solidaridad: «Los refugiados están impresionados con la ayuda que nos estáis dando. Y es importantísimo que lo sigáis haciendo, que mi pueblo compruebe y sienta el apoyo de toda Europa».

Por otro lado, tal y como tenían previsto, en la noche de este domingo volvió de Polonia el grupo de bomberos y policías locales que partieron el pasado martes hacia el país europeo para llevar ayuda y recoger a familias afectadas por la guerra en Ucrania. En total, viajaron doce personas con cuatro vehículos con la idea de traer hasta 30 personas. Y llegaron con los objetivos cumplidos, tras más de 6.000 kilómetros a sus espaldas. Entre esos refugiados que encontrarán ayuda en A Coruña está un niño que precisa atención médica y que será tratado ahora en el Chuac. Los participantes en el convoy indicaban antes de la partida que el pequeño estaba pendiente de una operación en Ucrania por un problema traumatológico, pero el hospital en el que debía ser intervenido fue bombardeado.

 

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, recibió por la noche al convoy a su llegada al parque de bomberos de la Grela y felicitó a los participantes en la iniciativa por su esfuerzo y el éxito obtenido. También dio la bienvenida a las 15 mujeres y 15 menores de edad que hicieron el viaje y que desde ayer mismo se incorporaron a diferentes familias de acogida. Recordó que esta misma semana entrará en funcionamiento la Oficina de Atención aos Refuxiados Ucraínos y que el Ayuntamiento habilitó ayudas de emergencia para atender a los refugiados que lleguen a la ciudad. «É un orgullo que a cidade amose a súa solidariedade. Quero agradecer tamén á Cruz Vermella, Accem e AGA Ucraína todo o traballo que están levando a cabo, que fixo posible que hoxe cheguen os primeiros refuxiados á Coruña», indicó Inés Rey. «A cidade está dando resposta con toda a súa maquinaria municipal, cos nosos recursos, os das asociacións e os das coruñesas e coruñeses, que amosan o seu espírito», agregó la alcaldesa de A Coruña.