Amparo Lema, propietaria de uno de los coches calcinados en A Coruña: «Entró mi hijo en casa gritando que el coche estaba ardiendo»

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Uno de los turismos calcinados de madrugada en A Coruña pertenece a una vecina de Santa Margarita que lo usaba para ir a ver a su madre de 93 años, que vive en Coristanco

07 mar 2022 . Actualizado a las 14:28 h.

Amparo Lema vive entre la zona de la avenida de Finisterre y el parque de Santa Margarita de A Coruña. Explica, con lágrimas en los ojos, que no utiliza mucho el coche porque está jubilada, pero le resulta imprescindible para ir a ver a su madre siempre que puede. «Ella tiene 93 años y su casa está en una aldea de Coristanco. Sin coche no podré ir a visitarla porque el bus me deja muy lejos y tendría que caminar kilómetros para llegar», dice desconsolada. Amparo es una de las propietarias de los tres vehículos que esta mañana aparecieron calcinados en dos puntos diferentes de la ciudad. Su turismo, un Opel Corsa de color gris, «estaba bien aparcado en la calle Santiago de la Iglesia, al lado de los contenedores de vidrio y papel. Y ya ves tú, menuda sorpresa...», lamenta con voz entrecortada. Dice que se enteró del incendio a media noche, no recuerda bien la hora: «Entró mi hijo en casa gritando que estaba ardiendo el coche, que estaba ardiendo el coche... Así que me desperté, bajé a la calle y ya vi todo aquello ardiendo de forma bestial. Ya solo hay que ver cómo quedó la vivienda más próxima. El contenedor de vidrio se vio afectado, pero como el cristal no se quema no hubo llamas por dentro. Pero el de papel, que estaba también rodeado de bolsas de basura, quedó calcinado», describe.

Amparo confirma que el seguro no le cubre los daños y que, tras toda la noche sin dormir, todavía tenía que hacer gestiones en el cuartel de Lonzas. «Estuvieron los bomberos y la Policía Local, que ya hicieron el parte. Pero ¿qué voy a hacer yo ahora? El coche no era tan antiguo y acababa de cambiarle las ruedas. ¿Cómo iré yo a ver a mi madre? No sé lo que voy a hacer, no sé. El coche está destrozado», repite llevándose las manos a la cabeza. «Por favor, publicad esto, que se sepa lo que está pasando», reclama. Al mismo tiempo, ya sabe que no podrá comprarse otro coche, ni siquiera de segunda mano, porque su pensión es mínima. Valora adquirir una moto. ¿Pero cómo va a ir hasta Coristanco en moto?