Miles de personas abarrotaron la calle de la Torre para retomar el entroido más popular
02 mar 2022 . Actualizado a las 23:20 h.«¡Próxima parada: desfile infantil!». Así comenzó este martes en el Campo da Leña la fiesta que precedió al concurso de disfraces que tuvo como protagonista a los más pequeños de la casa. La «voz» de los autobuses de la ciudad, Gema Gemola, vestida de Pippi Calzaslargas, dio el pistoletazo de salida al baile mientras se anotaban los participantes, y el grupo de música Los Mecánicos, que animó toda la jornada, avisó con la mítica canción de Raphael Mi gran noche que el espectáculo iba a comenzar.
Muy puntuales, a las cinco de la tarde, comenzaron a subir al escenario los aspirantes. El exigente jurado vio pasar a Iria García vestida de Aurora Boreal (fue la ganadora de la categoría infantil individual), que bien podía competir con los carnavales de Río de Janeiro. La elaboración era tan completa que, incluso, la ayudaron a subir al escenario en volandas y la posaron sobre una plataforma. «¿Y pesa mucho tu disfraz?», le preguntó Gema. «¡¡Sí!!», confesó la niña. Los otros ganadores de la modalidad infantil fueron Piratas (infantil grupal), Ourizo (choqueiro individual) y Carriño dos Xeaos (choqueiro grupal).
También subió Alejandro, de tan solo 3 años, vestido de cartero. Su padre explicó que el disfraz lo hizo la abuela con los retales del traje del abuelo, que ejerció esta profesión, precisamente en la zona del Campo da Leña y Varela Silvari, hasta el año 2000. «Al abuelo, que se llama José Merza, no le importó prestar sus trajes. Está orgullosísimo. El disfraz lleva los emblemas originales de Correos», explicó el orgulloso padre.
Supuso un gran trabajo la elaboración del disfraz de Lucas, de 6 años, que se presentó como un marchoso erizo. Tania, su madre, dijo que pintaron, cortaron y pegaron con silicona al menos 400 púas de gomaespuma. «Siempre hacemos un disfraz casero porque la esencia del entroido es, precisamente, tener la casa patas arriba para crear un disfraz».
Por el escenario pasaron también Caperucita, sevillanas, policías, bomberos, astronautas, Harry Potter, unas mini Tanxugueiras, piratas, una manta raya, una corsaria que pedía el aplauso del público, una vaca... y Sergio, de 3 años, con un traje de Triceratops calcetado por su abuela. Antonio Boedo se presentó de Bella Durmiente saliendo de un enorme castillo que le ayudó a hacer su abuelo y, con mucho humor, decía que esperaba a un príncipe «alto». Y cuando paró la lluvia, Andrés y Alba se metieron en un baño de espuma que también arrancó aplausos entre el público, o el juego de Operación, con enfermera incluido, que extirpó al paciente el hueso de la fortuna.
Alrededor de la plaza empezaban a concentrarse los choqueiros mayores, que competirán por el mejor del 2022 en el concurso que se fallará a las nueve de la noche. Isabel Paredes explicó cómo era antes el carnaval en la calle de la Torre. Es hija de uno de aquellos choqueiros míticos, Paredes, que retaba las prohibiciones del entroido, y eso que nunca lo llevaron preso. Aunque un día intentó subir un cochinillo a un bus y acabó escoltado en el coche de policía hasta su casa en Monte Alto. «Tenía que llevar un pantalón por debajo de las faldas para, cuando llegaran los grises, poder bajárselos y que no lo detuvieran». El barrio los protegía cuando llegaba la autoridad a esta calle que, antiguamente, era de doble dirección.
Tejerte trae la memoria de otros lugares a bordo de un artefacto. «La mejor máquina de afilar que se inventó en todos los tiempos porque es portátil, soy de la tierra de la provincia de Ourense de Sober. La calle de afiladores en honor a Tejerte, a mi padre. Una cultura que llevo desde hace mucho tiempo en el corazón y qué mejor que venir a la calle de los choqueiros», dice Tejerte.
El Campo de Marte y la calle de la Torre recibieron ayer a tanta gente como antes de la pandemia y, como algunos decían, incluso con más originalidad que antes. Así, ya sin lluvia, la gente abarrotó las vías desde las cinco de la tarde. «Es que había ganas. Llevamos dos años esperando este momento. Yo iba a salir aunque diluviase», explicaba Marta, que iba disfrazada de india con sus amigos. Calle arriba, calle abajo, deambularon un afilador, medusas, pescadores, payasos, una manada de tiranosaurios Rex zampándose una muñeca hinchable, un radar fijo que flasheaba a diestro y siniestro, un test covid, las protagonistas de El cuento de la criada, una banda de ladrones, los componentes de un circo y... por supuesto, el choqueiro más fresco de A Coruña: Álvaro Segade Gestal, más conocido como Alvarito. El lunes estuvo ingresado en Urgencias por una subida de tensión y un dolor en el pecho. «Pero aquí me tienes. Si tengo que morir lo hago en la calle de la Torre», decía tras posar para una foto. Como siempre, su disfraz fue escaso pero, eso sí, esta vez las sandalias tenían tacón plano.
Mientras las comparsas animaban las calles, en el escenario del Campo de Marte cientos de personas compitieron por ser el mejor choqueiro. El jurado, del que formaba parte la alcaldesa, Inés Rey, decidió otorgar los primeros premios a Dragón (en la categoría individual) y Zara (categoría grupal).
La fiesta llegará este miércoles a su fin con el tradicional Enterro da Sardiña en la playa de San Amaro. Los socios del Circo de Artesanos, donde la sardina ha sido velada esta semana, uniéndose así a la celebración de los 175 años de la entidad, serán los encargados de encabezar la comitiva fúnebre. El desfile partirá a las 20.30 horas de San Andrés e irá hacia el Campo da Leña. Media hora más tarde procederán a la desentronización del Dios Momo y la comitiva seguirá hasta San Amaro. El fin de fiesta llegará a las 21.30 con una sesión de fuegos artificiales para despedir el entroido 2022.
