De Monte Alto al salón de Luka Modric

Antón Lestón Lago
Antón Lestón CARBALLO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

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El coruñés Yeray Longueira cuida con sus creaciones audiovisuales la imagen de deportistas como el madridista, Reguilón o la gallega Ana Peleteiro

23 feb 2022 . Actualizado a las 08:01 h.

En A Coruña pocos lo saben, pero además de Luis Suárez Miramontes, hay otro vecino que sabe cuanto pesa un balón de oro. Se trata de Yeray Longueira (Monte Alto, 1995) y, pese a las buenas dotes con el balón que mostró en el Orillamar o Sporting Coruñés, no lo ha levantado por su fútbol. O sí. Porque en la gigantesca dimensión que abarca hoy por hoy el deporte rey, su labor es imprescindible. Es director creativo de comunicación y marketing en la recién creada agencia BC26, que se encarga de la representación y la actividad promocional de distintos deportistas de élite. Dicho de otra forma, Yeray es el creador de los montajes audiovisuales que luego vemos en la televisión o, más comúnmente, en las redes sociales de futbolistas como Luka Modric, Sergio Reguilón, Marcos André o Álvaro Medrán.

Su manejo con la cámara viene de lejos. De adolescente, mientras estudiaba en Adormideras, se compró una GoPro que funcionó de chispa para avivar su pasión. Porque a esas alturas, no tenía para nada claro qué iba a hacer con su vida después del bachillerato. «Era un mal estudiante y la orientadora me decía que no me metiese en una carrera porque no valía para eso y que no iba a llegar a nada», recuerda. Así que optó por un ciclo superior de producción audiovisual, al que ya accedió con grandes conocimientos gracias a youtube, al que reconoce «deber la vida» por la oportunidad que le concedió de ser autodidacta desde los quince años. Comenzó resumiendo sus viajes a Tailandia, Ézaro o la fiesta del agua de Villagarcía a través de montajes muy cuidados e innovadores que también subía a la plataforma estadounidense y, tras la formación profesional, encontró trabajo en una productora. Aunque no le llegaba. «Me faltaba algo, se me quedaba un poco pequeño» señala. Por lo que se fue a Madrid, donde estudió Relaciones Públicas mientras trabajaba de dependiente en Decathlon, el Corte Inglés o Hawkers. Hasta que le llegó la oportunidad de su vida, y eso que él ni lo sabía.

«Borja Couce, mi jefe actual, preguntó a uno de mis profesores por un chaval que controlase de photoshop y redes para diseño gráfico y fui uno de los cuatros seleccionados. Se iba a quedar con el primero, pero un compañero le convenció de que nos entrevistase a todos y le acabé gustando más yo». Era octubre del 2018 y, dos meses después, ya tenía a Luka Modric recibiéndole en su casa para crear contenido junto al balón de oro que le acababan de entregar. «El primer año, mientras estaba en tercero de carrera, ya trabajé con Lucas Vázquez y Modric y recorrí casi todos los estadios de primera. Tenía que pincharme para asegurarme de que no era un sueño», cuenta Yeray, que hace unos meses dejó la agencia de marketing Arowana Sports, para enrolarse, junto a Borja Couce, en el nuevo proyecto por el que este último ha apostado: BC26, donde está recogiendo los frutos de un proceso que, pese a la felicidad, fue muy duro. «A veces tenía que estudiar y comer en el metro para poder trabajar y estudiar a la vez. Y todo siendo becario, que no ganas ni el sueldo mínimo».

No obstante, a día de hoy se levanta todos los días con el convencimiento de ser una de las personas más afortunadas del mundo. Además, su labor, que él no sabía ni que existía antes de llevarla a cabo, es cada día más demandada por marcas, agencias y deportistas. «Los propios futbolistas ya están mucho más predispuestos porque ven los beneficios que les aporta tener una buena imagen», advierte sobre un mundo que le ha sorprendido por su cercanía, humildad y sencillez. «Los tenemos muy idealizados, pensamos que están en una burbuja a parte y me parece que tienen los pies más en la tierra que muchos de los que hablan de eso».

De hecho, ya ha traspasado la barrera meramente profesional, yéndose de vacaciones con el mismo Sergio Reguilón, actual jugador del Tottenham, al que convenció de ser uno de los primeros futbolistas con Tik Tok, o pasando el fin de año con, el también exmadridista, Álvaro Medrán en Arabia Saudí. «Son chavales a los que se les da bien un deporte y que cobran mucho por ello, pero totalmente normales», resalta. En las últimas semanas, ha comenzado a trabajar con la atleta gallega Ana Peleteiro, de la que también habla maravillas y con la que apaga, aunque brevemente, su morriña. «Lo peor de mi vida aquí en Madrid es no ver el mar y por eso cada vez que voy a A Coruña, lo primero que hago es irme a verlo, incluso antes que a mi familia», bromea, con un acento todavía muy koruño, uno de los pocos españoles que sabe cuanto pesa un balón de oro: «¡Más de lo que parece!».