La odisea de encontrar vivienda en A Coruña: «Con mi sueldo de 800 euros es imposible alquilar un piso»

Caterina Devesa REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Aitor Neira desistió ante los requisitos de los propietarios, que pide nóminas por encima de los mil euros
Aitor Neira desistió ante los requisitos de los propietarios, que pide nóminas por encima de los mil euros ANGEL MANSO

Los requisitos de los propietarios y los precios dificultan el acceso a las rentas. Además, la mayoría no aceptan mascotas, lo que deja apenas sin opciones a las personas con animales

28 ene 2022 . Actualizado a las 19:20 h.

«Contrato mínimo de un año, un mes de fianza, el primer mes por adelantado y seguro de protección de impagos para el que es necesario acreditar unos ingresos mensuales de mínimo 1.320 euros, con una antigüedad laboral mínima de un año en la empresa». Es la respuesta de la inmobiliaria Metrópoli para alquilar un piso de 64 metros cuadrados por 525 euros al mes en Monte Alto. Unas condiciones que se repiten en la mayoría de los inmuebles y que convierten la búsqueda de vivienda en renta en una auténtica odisea.

«Estaba buscando, pero desistí porque es imposible», dice Aitor Neira, de 21 años. El joven estuvo viviendo un tiempo en Lugo, pero regreso a la ciudad herculina el año pasado. «Volví por la pandemia a casa de mis padres y después empecé a buscar piso. Entonces había unas mil viviendas en alquiler, de las cuales solo unas cinco bajaban de los 500 euros y eran estudios o pisos de 30 metros cuadrados, sin amueblar o sin ascensor, con dificultad de acceso, o a las afueras». Neira lamenta no solo los costes, sino las exigencias de los propietarios. «Una persona joven como yo, que estudia y trabaja a la vez, y que tiene un sueldo de 800 euros no puede vivir sola. La opción es compartir y para eso las habitaciones rondan los 300 euros». Con esa nómina la mayor parte de inmobiliarias ya lo descartan de antemano. «Además de eso, te piden dos meses de fianza, con lo cual el primer mes ya se te irían 2.000 euros, y piden un seguro de impagos, lo que eleva aún más el coste». Para Giovanni Paz Vázquez el problema es similar. «Están más que caros y piden nóminas, avales, seguros de impago... De todo», indica el hombre, que busca con dos compañeros una renta que no supere los 400 euros.

Sin inmuebles para las mascotas

Adrián y Raquel narran las dificultades de encontrar pisos que acepten a sus dos perras
Adrián y Raquel narran las dificultades de encontrar pisos que acepten a sus dos perras EDUARDO PEREZ

Para la lucense Raquel Durán, que vive en una casa en Oleiros con su pareja, Adrián, el problema principal es otro. «Vinimos a A Coruña por trabajo en diciembre del año pasado y miramos casas porque nos ponían menos problemas al tener mascotas. Encontramos una rápido, pero es cara y ahora buscamos piso. Cuando enseñamos nuestras nóminas y las inmobiliaria ven donde trabajamos, nos dicen que sí, pero el problema llega cuando decimos que tenemos dos perras», dice la mujer de 29 años. «En Navidad vimos uno en Los Rosales y desde la inmobiliaria nos aconsejaron no decir lo de los perros. Nos comentaron que no figuraría en el contrato, pero no nos pareció correcto mentir, y finalmente nos descartaron en favor de una familia». En el caso de los pocos que sí aceptan animales, exigen más dinero. «O te suben el precio del alquiler, o a mayores del seguro de impagos te piden otro de hogar que cubra el contenido. Esto puede suponer al año un incremento de 500 euros entre los dos pagos, trescientos y algo del primero, y ciento y pico del segundo».

Raquel también considera muy elevadas las rentas. «Buscamos por 550 euros. Pedimos que tenga calefacción, que esté cerca de alguna zona verde y con áreas de aparcamiento. En estos dos últimos criterios somos más flexibles, pero en general los alquileres así ya suben por encima de los 650-700 euros. Con el tema de las mascotas se reduce muchísimo la oferta por lo que hemos ampliado la búsqueda a O Burgo, Perillo o incluso a Sada». La mujer considera que hay «muchos prejuicios con los animales, que son un reflejo de la educación de sus dueños. Damos la opción de que los propietarios que nos han alquilado nos hagan una valoración, pero estos gestos no se valoran. Es un mercado muy deshumanizado. Hay muchísima demanda y muy poca oferta, de forma que los pisos que están cuidados son inaccesibles, o acabas trabajando solo para pagar el alquiler. Además, piden unos requisitos abrumadores y te cierran la puerta si tienes animales, eres estudiante o tienes niños pequeños».

Rentar una habitación, una opción entre 150 y 400 euros al mes

Ante los exigentes requisitos para alquilar un piso, son muchos los que recurren a la renta de habitaciones en inmuebles compartidos. Una opción que ya no es solo para estudiantes, sino para trabajadores, sobre todo desplazados y gente con contratos temporales.

En páginas como Milanuncios se pueden leer mensajes de búsqueda. «Soy una chica de 37 años profesora de inglés, estudiando para un posgrado y con ingresos sólidos. Quizás el único inconveniente para algunas personas al compartir piso es que tengo un gatito». Otra publicación reza: «Mujer de mediana edad con trabajo fijo, busca apartamento , estudio, bajo vivienda o habitación con baño propio en Monte Alto». Asimismo, otros buscan compañeros con los que poder rentar un piso entero para ellos.

En webs como Idealista, Fotocasa o Piso compartido se ofrecen habitaciones desde los 150 euros, como una ubicada en Os Mallos, o hasta los 400 que piden por otra en el mismo barrio. En el primer caso se trata de una vivienda en la calle Eugenio Carré Alda con cuatro habitaciones y dos baños, mientras que la segunda es en Ronda de Outeiro, cerca de la estación de tren, y consta de cinco habitaciones y tres baños, pero incluye en la renta el pago de una asistenta de hogar. A partir de 150 y rozando los 200 hay opciones también en Los Rosales, Sagrada Familia, Os Castros,o Agra do Orzán, para convivir con tres o cuatro personas en pisos semireformados. Por 350 euros hay opciones para compartir solo entre dos.