«Como poden pagar a 1,47 euros o metro de solo de expropiación na Coruña?»

Los Suárez son nueve miembros de una familia, entre hermanos y primos, afectados por dos expropiaciones de la refinería coruñesa con 60 años de diferencia. En 1962 parte de sus tierras en Bens integraron el recinto de la por aquel entonces Compañía Ibérica Refinería de Petróleos, con un pago de 4,5 pesetas el metro de prado y de 6 pesetas el de la huerta. Ahora, están afectados en Nostián por el poliducto que conectará el puerto de punta Langosteira de Arteixo con la refinería coruñesa. En este caso se llevan monte en el municipio de A Coruña y se lo pagan a 1,47 euros, lo que ha marcado el tribunal de expropiación. José Antonio Suárez lo tilda de «atraco» y rememora el proceso que, a su entender, los ha dejado indefensos.

Explica que, inicialmente, representantes de la refinería les comunicaron, en reuniones en el centro cívico de A Silva, que les iban a comprar los montes, antes de expropiarlos, a 5 euros por metro cuadrado. Asegura que en la negociación con la abogada de la refinería «todo ía ben» y le remitió la documentación solicitada, por lo que cuestiona que su expediente haya acabado en el justiprecio del tribunal, al que acusa de no haberse «molestado en simplemente enviarnos unha carta por correo postal, e xustificándose en que enviaron unha notificación a Internet, e sen sequera asegurarse si se tiña recibido, a día de hoxe non sabemos a quen enviaron a notificación, ao mellor ao meu pai que falecera por aquel entón con 88 anos». Ambas propiedades están en el Monte dos Cazolos, una en la zona de Fontán y otra en la Costa de Aguillón, cerca de los petroglifos trasladados al quedar en el trazado del poliducto.

«Como poden pagar a 1,47 euros o metro de solo na Coruña? Ponte a mercar a 1,5 euros terreos a ver que demos mercas, nin en Carballo», cuestiona su hermano Carlos, que entiende que una compañía del tamaño del Repsol debería ofrecer otros precios por terrenos en un municipio como A Coruña, con poco territorio. Aunque anuncian que recurrirán a instancias superiores esa tasación, aseguran que están abiertos «a agotar a vía de diálogo».

Rechazan que sea un problema de acreditación de la propiedad, cuando han vendido con los cupos otras, tanto a la refinería como a Albada. Asimismo, con replican que si los considera dueños la Xunta, a la que abonaban la limpieza de parte de sus fincas y el Concello coruñés que les notificaba, con amenaza de multa, cuando quería que lo hiciera en otra de la que se ocupan ellos.

Argumentos de Repsol

Sin embargo, Repsol puntualiza que el expediente expropiatorio permitía a la compañía expropiar el derecho de servidumbre de paso del poliducto, pero «a pesar de ello, en aras de una buena vecindad, ofreció la posibilidad de compra de los terrenos a aquellos expropiados en cuyas fincas incidía en mayor superficie el paso del poliducto». Remarca que en el caso de los Suárez, manifestaron su interés en vender, pero «a lo largo de los últimos tres años no han sido capaces de aportar título de propiedad alguno que permitiera formalizar un contrato de compra venta» y especifica que «la cédula catastral no justifica propiedad».

La refinería indica que el expediente siguió su curso y se remitió el expediente al Jurado Provincial de Expropiación, dependiente de Facenda, y que fue el que determinó el valor de los bienes a expropiar. En este sentido, remarca que ya ha consignado las cantidades indicadas por el jurado y que están a disposición de los expropiados, «previa acreditación ante la Consellería de Industria de su condición de propietarios».

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