Lleno total en Palexco para disfrutar del humor sin censura de Martita de Graná

Caterina Devesa A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

cedida

Del Satisfayer al postureo en las redes sociales, la comediante desató las risas de los 1.400 asistentes

28 nov 2021 . Actualizado a las 22:32 h.

Cerveza en mano, por supuesto gallega, y música de de J Balvin. La puesta en escena de Martita de Graná fue como ella, sencilla y cercana. La humorista repasó sus inicios porque hace siete años Marta Martínez subió un vídeo hablando de los tópicos sobre ciudad, Granada, a su perfil de Facebook. Desde entonces se convirtió en Martita de Graná, «estuve varios días dándole vueltas al nombre», bromeó la andaluza, y ya acumula 1,4 millones de seguidores en Instagram.

Precisamente, debido a que sus comienzos fueron en las redes sociales, Martita tenía al público ganado antes de empezar. Circunstancia que aprovechó, ya que apoyó su espectáculo en varios de sus famosos vídeos. Después, vinieron los escenarios: «Un día recibí una llamada de una productora de Murcia preguntándome si tenía huevos a hacer lo que hago en los vídeos, pero en directo», comentó la mujer en la introducción de su monólogo Mi padre flipa. Para lograrlo, primero tuvo que vender su pánico escénico, y vaya si lo hizo.

El Satisfayer, sus problemas para ligar, el postureo en las redes sociales, el confinamiento, su intento de ponerse en forma en el gimnasio o el de comenzar una dieta sana, fueron algunos de los puntos que la andaluza tocó. Así, desde el inicio avisó que ella «no tiene tapujos» ni barreras. Porque en su show no hay censura y Martita ,que en su perfil de Instagram tiene escrito «suelto marranás en los escenarios», usa palabras como follar, pedo, coño y chochos, pero también deja espacio a reivindicaciones sociales como la lucha contra el maltrato animal o en favor de la igualdad.

«Una vez pregunté en directo que por qué había menos mujeres en la comedia. Un señor me respondió que porque las mujeres tenemos menos gracia. Y aquí estoy, llenando auditorios», reivindicó la granadina, que desde que comenzó su carrera no ha dudado en plantar cara al machismo.

El desparpajo y la naturalidad de la andaluza es un cóctel perfecto para desatar las carcajadas del público que se siente identificado, sino con todas, al menos con alguna de las situaciones que la comediante describe. Porque Martita es de Graná, pero podría ser de A Coruña.