Camilo Chas: «Hay una burbuja de los NFT, pero es un mercado que llegó para quedarse»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Ha montado la primera muestra en España que conjuga formato físico y digital

22 nov 2021 . Actualizado a las 18:43 h.

«Estamos viviendo una auténtica revolución en el mundo del arte», asegura el galerista Camilo Chas (A Coruña, 1977) sobre la irrupción de esas obras digitales encriptadas llamadas NFT. Este mercado virtual ya está moviendo más dinero que el mercado de arte convencional, y Chas ha sido el más rápido en subirse a este tren de altísima velocidad. Desde Artby’s, la galería que dirige en San Andrés, y de la mano del artista Mich Martial ha montado la primera exposición en España que mezcla el formato físico con el digital. «Y esto es solo la punta del iceberg del proyecto que queremos desarrollar para dar el salto al mercado internacional», asegura.

—Antes que nada, deberíamos definir lo que es un NFT.

—Son las siglas de Non Fungible Token. Es un algoritmo que contiene una imagen, un vídeo o un sonido que está encriptado de una manera totalmente segura, como el bitcóin. Es la manera que ha creado la red de que una imagen tenga entidad y valor propio, de manera que puede ser transmisible, pero que no pueda ser replicada. Además, aporta una ventaja fundamental para el artista y para el propietario, y es que hay una trazabilidad definida desde quién la creó y las manos por las que ha pasado. Y existe la posibilidad de generar derechos de autor para el creador, de manera que cada vez que cambia de manos el artista recibe un 3 % del importe de la transacción.

—¿No teme que pueda estar formándose una burbuja que termine estallando?

—La burbuja está ahí, y es evidente. Pero el NFT ha venido para quedarse. Eso sí, hay que ver de qué manera. Que un diseñador gráfico haga 10.000 dibujos cambiándole un píxel a cada uno y los ponga a la venta es una burbuja que terminará reventando. Así nació este mercado, pero creo que eso tiene fecha de caducidad. El mercado del coleccionismo es muy claro: para que un objeto tenga valor tiene que haber un número muy limitado unidades y estas tienen que tener una entidad. En estos momentos parece que hay más inversores que amantes del arte en el mercado NFT. Tendrá que estabilizarse, superar la burbuja, pero desde luego no es algo temporal.

—¿Qué le ha llevado a meterse en este nuevo mundo?

—Como galerista tengo que conseguir las mejores condiciones y oportunidades para los artistas. Y a la vista está que esto es algo que no pueden perderse. Cuando inviertes en el mundo cripto más te vale estar asesorado. De ahí el sentido de una entidad como la nuestra. Cuando apostamos por esto lo hacemos tras estudiar el mercado y dando una seguridad a los compradores. Y para ello nos hemos metido en la plataforma OpenSea, que es la más importante del mundo en esta materia.

—¿Cómo han planteado esta exposición?

—Hemos optado por el modelo que está más unido al mundo del arte, de manera que solo hay un NFT por cada obra y damos la oportunidad al comprador de que se haga con el cuadro físico y el cuadro NFT. Aunque también se pueden adquirir por separado individualmente, porque hay gente a la que ya no le interesa la obra física.

—¿Cuál es el cliente potencial de este mercado?

—Es más una persona que ya está metida en el mundo cripto que un coleccionista de arte al uso. Es un mercado nuevo y como tal está copado por gente joven. El mundo ahora funciona así. Si eres un profesional que lo mismo trabaja en Alemania que se va el año siguiente a Bangladés, comprar un cuadro y llevártelo contigo a todos lados es un engorro. Pero esta gente no renuncia a poder disfrutar del arte. Y el modo de transportarlo es en formato digital. Igual que la música o la literatura. No quiero decir que vayan a desaparecer los libros, los discos o los cuadros, pero el modo de consumir ha cambiado y ahora lo tenemos todo digitalizado.

—Está claro que estamos ante un nuevo modo de comerciar con arte, pero, ¿también de disfrutarlo? ¿Cómo se disfruta un NFT?

—Puedes disfrutarlo en pantallas, como archivo que es. Pero lo más relevante es la propiedad, eso es lo que marca la diferencia. Puedes tener en tu móvil una foto del Guernica, pero jamás serás el propietario. Con el NFT sí tienes la propiedad exclusiva, que es lo que le da valor.

«No me puedo permitir el lujo de esperar sentado a que alguien entre en la galería»

Para esta exposición pionera que mezcla el formato físico con el criptoarte, Camilo Chas seleccionó veinte lienzos del artista berciano residente en A Coruña Mich Martial.

—¿Por qué escogió a Mich Martial para esta exposición?

—Porque el objetivo en este caso es un mercado global, no local. Visualmente es muy interesante, con esa influencia de Basquiat. Y creo que es de los artistas que más proyección va a tener en un corto plazo de tiempo. Cuando se lo propuse le envié una serie de enlaces para que se informase de qué iba todo esto en diferentes páginas web. Creo que alucinó bastante en un primer momento, pero dijo que adelante.

—¿Cómo fue la preparación de la exposición?

—Los lienzos ya los tenía y nosotros, como empresa, creamos los NFT. Le damos todo el servicio al artista, hemos creado una plataforma, un market place de NFT. Y el proceso no fue fácil, pero hay que evolucionar y si le pones pasión todo sale adelante. Es un proceso complejo, y la primera vez tardé una barbaridad. Ahora ya le ido cogiendo el truco.

—¿Propondrá a más artistas entrar en el mundo NFT?

—Sin duda. Vivimos de vender arte y nuestra obligación como galeristas es que el artista viva lo mejor posible. Así que si existe una nueva vía de negocio, tenemos que aprovecharla. No puedo permitirme el lujo de estar sentado en una silla esperando a que la gente entre en la galería a comprar un cuadro. Hay que entender que este es un mercado global que tenemos a nuestro alcance, y lo que más le conviene a un artista gallego es salir al mercado internacional, porque el nacional es muy regionalista, y luchar contra eso es muy complicado.