La estatua original de Emilia Pardo Bazán recupera su sitio de honor en A Coruña

T. Rivas / D. García A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

La obra de 1916 regresó a los jardines de Méndez Núñez tras 15 años encerrada en un almacén. Su réplica en bronce quedará de manera temporal frente al Kiosco Alfonso, donde está instalada la exposición «Emilia Pardo Bazán, el reto de la modernidad», muestra central de los actos por el centenario del fallecimiento de la escritora

15 nov 2021 . Actualizado a las 19:30 h.

La estatua de Emilia Pardo Bazán que en 1916 se instaló en los jardines de Méndez Núñez llevaba años encerrada a cal y canto en los talleres municipales del polígono de A Grela. Fue en el 2006 cuando la original se retiró y se sustituyó por una réplica de bronce para ponerla a salvo de los vándalos, sobre todo, teniendo en cuenta que el botellón que fin de semana tras fin de semana reunía a cientos de jóvenes en los jardines suponía un peligro para su integridad. «Tenía más de 350 desconchones producidos por los golpes, algunos importantes», explicaba entonces Manuel Ferreiro Badía, el escultor que elaboró la réplica. La decisión, anunciada por la alcaldesa la semana pasada en Radio Voz, se tomó tras la erradicación del botellón de los jardines, que gozan de una protección especial.

Ahora, quince años después, la estatua original de doña Emilia volvió ayer a su lugar primigenio mientras que su réplica en bronce quedó instalada frente al Kiosko Alfonso -de manera provisional ya que el Ayuntamiento contempla diversas opciones de futuro- con motivo de la exposición Emilia Pardo Bazán, el reto de la modernidad, muestra central del centenario de la muerte de la escritora que se puede visitar hasta el 19 de diciembre y en la que incluye piezas como libros, manuscritos, fotografías o dibujos. De las más de 200 piezas que componen la colección, 70 pertenecen a la casa museo de la autora.

 «Está moi ben que regrese ó seu lugar despois de tanto tempo, foi unha cousa que se lle pediu á alcaldesa dende a primeira xuntanza, que estivera colocada nun lugar visible», explica Marilar Aleixandre, académica de la Real Academia Galega responsable del área de Pardo Bazán. La directora de la revista La Tribuna señala que «ter unha réplica non era o máis axeitado» y cree que este cambio y la celebración de su centenario ayudarán a dar continuidad a su visibilización, ya que había «moita xente que sabía o nome pero que a está coñecendo agora». Esta vuelta de la escultura a su lugar de honor fue posible gracias a la decisión que se tomó por el gobierno local al inicio de este mandato de terminar con el botellón en los jardines.

El proceso

Todo el proceso de traslado y colocación se hizo con el máximo cuidado a fin de evitar cualquier tipo de daño en ambas esculturas y ante la mirada de quienes sobre mediodía paseaban por la zona. La réplica en bronce elaborada en base a un molde sobre la pieza original se colocó en uno de los laterales de la escalera del Kiosco Alfonso donde en cada edición del Viñetas desde o Atlántico se sitúan personajes históricos del cómic como Súper López. Una vez colocada la réplica, llegó el turno de la original, que esperaba paciente sobre un camión para recorrer el camino hasta su lugar primitivo, donde con precisión milimétrica quedó instalada minutos después de las 14.00 horas.

Esta previsto, además, que hoy planten en el entorno de la estatua los mismos adornos florales —o similares— con los que se ornamentó en su inauguración tomando como referencia fotos de la época. También realizarán retoques de limpieza o colocación de mortero para que quede estable 15 años después en su emplazamiento original.

Sufragada por el pueblo

El escultor sevillano Lorenzo Coullaut Valera, autor de obras como el Monumento a Cervantes, en la plaza de España de Madrid o el Monumento a Colón, en Sevilla, fue el encargado de realizar el conjunto escultórico formado por la figura sedente de Pardo Bazán delante de una balaustrada, con una pluma en la mano derecha y un libro en la izquierda, todo ello mediante arenisca de Novelda. Esto fue posible gracias a que se reunieron, a finales del 1914, 10.000 pesetas a través de comisiones y aportaciones populares.

La inauguración de la pieza se produjo el 15 de octubre de 1916 después de que la comitiva formada por autoridades civiles y militares, las comisiones pro-monumento y representaciones de diferentes instituciones y asociaciones, incluida la corporación municipal, partiese de María Pita. Ya en los jardines de Méndez Núñez y ante un público numeroso, la hija de la escritora, Carmen Quiroga y Pardo Bazán, tiró de la cinta que descubría la estatua.

Un banquete en el pabellón central de la plaza de Lugo sirvió como colofón a la jornada de inauguración de la escultura, que la propia Emilia Pardo Bazán describió como «timbre de gloria y corona de su carrera».

La Voz de Galicia informó por aquel entonces sobre la inauguración de la estatua de Emilia Pardo Bazán y los actos de ese día en homenaje a la escritora de la que Antonio Zozaya decía que «su obra es tan grande, tan española, tan artística y tan palpitante que enaltece no sólo la región, sino a toda una raza, y no solamente a una raza, sino al humano pensar y sentir».

La académica Marilar Aleixandre recuerda que Emilia Pardo Bazán «era unha muller que tiña presenza pública e era ambiciosa, que no século XIX era visto como un defecto para unha muller». Sin embargo, apunta que debido a su carácter «nunca pediu desculpas por estar no espazo público» y también «dicía cousas moi modernas».