Inés Rey se afianza en el PSOE de A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Inés Rey, a la derecha de Valentín González Formoso, tras conocerse los resultados de las primarias que le dieron la victoria. En primera fila les acompañan el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé; la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el alcalde de Ferrol, Ángel Mato.
Inés Rey, a la derecha de Valentín González Formoso, tras conocerse los resultados de las primarias que le dieron la victoria. En primera fila les acompañan el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé; la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el alcalde de Ferrol, Ángel Mato. PACO RODRÍGUEZ

La alcaldesa, que fue uno de los grandes apoyos de Valentín González para liderar el PSdeG, superó el 60 % de los votos en la ciudad y allanó el camino para renovar la ejecutiva local

01 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la victoria en las primarias del PSdeG de Valentín González Formoso, del que ha sido principal valedora, y la suya propia en A Coruña, Inés Rey dio el sábado un paso clave, quizá decisivo, para afianzar su liderazgo en el PSOE de A Coruña; entre cuyos responsables, pese a haber ganado la alcaldía, poco más ha encontrado en estos años que extrañamiento, dificultades e incluso deslealtad.

Así lo expuso ella misma en otoño del 2020, cuando apartó de su gobierno a la secretaria general de la agrupación, Eva Martínez, hasta entonces responsable de Empleo, a la que reprochó, entre otras faltas, la de deslealtad.

La contundente decisión causó sorpresa y rechazo a parte de la militancia de una agrupación que lleva años enredada en las conspiraciones de sus múltiples sectores, familias, sensibilidades y facciones. Pero la tajante resolución de la alcaldesa envió un mensaje de fondo: la división del partido que pone en riesgo al gobierno local debe terminar.

El congreso federal de Valencia ofrecía la primera oportunidad para medir fuerzas. Pero ambos sectores llegaron por un compromiso. En Ferraz sería difícil entender que la pelea coruñesa restase algo de brillo a la imagen de reconciliación que se quiso proyectar con el reencuentro entre Pedro Sánchez y Felipe González.

Pero en las primarias gallegas no hubo remilgos. La constelación de grupos, familias, sensibilidades y demás se agrupó en torno a los dos candidatos. A Gonzalo Caballero lo apoyaba el sector vinculado a la ejecutiva local de Eva Martínez Acón, el exalcalde Javier Losada, y una parte de los afines a la anterior secretaria local, Mar Barcón, incluyendo al exportavoz José Manuel García.

Valentín González Formoso tuvo su principal apoyo en Rey. La secundaron los miembros del gobierno local y la mayoría de los antiguos críticos con Barcón. 

En busca de la unidad

Ese análisis es a grandes rasgos ya que, sin grandes divergencias ideológicas, hasta ayer los distintos grupos se situaban en las luchas internas por distintas causas, muchas veces personales.

Aunque hay diferencias que perduran. Inés Rey fue una de las principales críticas con el exalcalde Javier Losada. El sábado estuvieron, como tantas veces estos años, en bandos opuestos.

La regidora se mostró esperanzada de que la victoria de González Formoso cierre las grietas con un «proxecto de país, próximo á cidadanía capaz de dar resposta aos problemas dos cidadáns e de ofrecer unha alternativa real ao PP en Galicia. Agora toca unir e fortalecer ao partido e sei que Valentín saberá facelo contando con todos e todas».

Pero el sábado no se eligió solo al líder en Galicia, sino también a los delegados para el congreso autonómico. En el nuevo PSOE, más centralizado, ese puesto ha perdido valor. Los delegados podrán votar la ejecutiva que proponga el nuevo secretario general -y no otra-, y las ponencias y estatutos del partido, que deberán seguir la línea del congreso federal de Valencia. Conserva su importancia la elección de parte de los miembros del comité federal, que no tienen que ser delegados en el congreso.

Pese a que el premio es pequeño, la pelea se dio por todo lo alto. En una decisión sin precedentes en la agrupación , la alcaldesa, Inés Rey, encabezó una de las candidaturas. La acompañaron miembros de gobiernos anteriores y del actual, como la concejala Yoya Neira. También el vicesecretario de la agrupación local, Rafael Arangüena, rival de Rey en las primarias para elegir candidato a la alcaldía en el 2018 y primo del número 2 de Gonzalo Caballero, Pablo Arangüena

Rey supera el 60 % de los votos

Pero la hoy regidora era la que más se jugaba. Si su lista perdía la votación, su liderazgo quedaría erosionado y le entregaría a la oposición un arma de gran calibre, el argumento de que no gana ni dentro de su partido. Si vencía por un margen estrecho, igual o inferior al del 2018, la oposición interna que se activó entonces se vería reivindicada para continuar con el desgaste al gobierno.

Pero no fue así, Rey asumió un riesgo al presentarse, como lo asumió cuando apartó a Eva Martínez, y ha ganado. Su lista obtuvo el respaldo de 266 militantes, mientras que la auspiciada por la ejecutiva local se quedó en 174. Rey logró incluso unos votos más que González Formoso, que contó 263 sufragios frente a los 183 de Caballero en A Coruña.

Esas cifras suponen que la alcaldesa superó el listón del 60 % de apoyo, lo que indica que su liderazgo se está afianzando. Sobre todo si se comparan los resultados con los de la segunda vuelta de las primarias del 2018. En aquel entonces la votaron 215 militantes, mientras que su oponente, el entonces portavoz José Manuel García, que esta vez concurría como número 3 en la lista del sector de Caballero, se quedó en 178. De aquella victoria estrecha por el 53 % (hubo 10 votos en blanco) se ha pasado al 60 %. 

La última batalla interna

Su elección como candidata y como alcaldesa fueron recibidas como la apertura de una nueva época en el PSOE coruñés, lastrado por las divisiones que lo consumían desde antes de la derrota ante el PP en el 2011. Pero no fue así por las fuertes resistencias internas, agrupadas en la ejecutiva local, que pusieron obstáculos desde el primer día -impidiendo incluso que Rey hiciese la lista electoral que quería- y encontraron no solo comprensión, sino impulso, en la cúpula del PSdeG que lideraba Caballero. Este sábado, esa vía fue desautorizada por la militancia.

Ahora, con un secretario general en plena sintonía y un apoyo creciente en la agrupación, Rey puede afrontar con más garantías la última batalla interna, la renovación de la ejecutiva de la Agrupación Socialista de A Coruña.