Un anacronismo que perjudica a la ciudad

Cristóbal Ramírez LA VOZ DEL EXPERTO

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

23 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No data de tiempos medievales la decisión de la Iglesia católica de no conceder la Compostela a quienes partan de A Coruña, con las recientes excepciones de rigor a residentes y casos muy particulares. Y es que, como decía el canciller prusiano Bismarck, todo es negociable menos la geografía: no suman cien kilómetros -requisito imprescindible- entre esta ciudad y Santiago. Punto.

La decisión es muy respetable, e incluso tenía su razón de ser cuando se divulgó, en Jaca, en la década de los 80 del siglo pasado. Pero es un puro anacronismo hoy en día. Y un anacronismo que perjudica a la ciudad, que, hay que recordar, era el gran puerto de desembarco de peregrinos en toda la Edad Media. O para ser más exactos, era el único puerto que buscaban los pilotos de los barcos, ya que, si bien es cierto que alguno acabó arribando a otras costas, se debió siempre a cambios de la dirección del viento o mero despiste. Y sin olvidar que los primeros barcos atracaban en O Burgo, antes del despegue de A Coruña.

El resultado es el que se lee en estas páginas: Ferrol, sin ninguna tradición histórica, le ha comido las papas a A Coruña. La razón es simplemente esa: se consigue la Compostela, y súmesele que en un fin de semana y media docena de días más se viene desde todas partes (los italianos lo demuestran: son los más numerosos, después de los españoles), se hace el Camino Inglés y se regresa a casa.

Cierto es que la ciudad tiene una asignatura pendiente y cierto es también que las pescadillas se muerden la cola: los coruñeses desconocen el trazado histórico del Camino (y eso sí que es geografía: inamovible) por la localidad donde viven, las señales escasean y nadie colocó paneles explicativos. ¿Es ese el principal problema? Para nada. Pero la antigua gerente de Turismo da Coruña, Lanzada Calatayud, lo tenía en su agenda. Que no se olvide.