Así fue el pique que acabó en un espectacular accidente en A Coruña

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Así estaba este jueves la zona del viaducto por la que cayó el vehículo
Así estaba este jueves la zona del viaducto por la que cayó el vehículo CESAR QUIAN

Se sospecha que «las maniobras extrañas» entre los dos turismos se iniciaron a la altura de la fuente de Pajaritas

15 oct 2021 . Actualizado a las 11:58 h.

Las imágenes de las cámaras de tráfico de A Coruña están aportando nuevos datos sobre el aparatoso accidente de este miércoles que finalizó con un coche, un Mercedes B, cayendo desde el puente de la ronda de Outeiro a la confluencia de las calles Caballeros y Montevideo.

El turismo que finalmente se precipitó desde unos siete metros de altura pudo ser uno de los implicados en el pique entre conductores, según apuntan testigos que presenciaron el suceso. Sus ocupantes ya han sido dados de alta tras ser hospitalizados en el Chuac con heridas de diferente consideración. Aunque inicialmente el estado del conductor, de 46 años, no parecía revestir gravedad, su acompañante, una mujer de 49 años, presentaba lesiones severas.

A la espera de las grabaciones

La Policía Local se encuentra analizando las cámaras del vial de Alfonso Molina para aclarar la secuencia de lo ocurrido y la trayectoria de ambos coches. Se sospecha que «las maniobras extrañas» entre los dos turismos se iniciaron a la altura de la fuente de Pajaritas -ubicada a unos 600 metros del lugar del suceso- aunque no se descarta que el pique viniera de antes.

En los instantes previos al siniestro, el coche que finalmente cayó desde el viaducto de la ronda de Outeiro adelantó de manera abrupta a otro turismo, un Mercedes E280 ocupado por padre e hijo, y en un momento dado se produjo un toque entre ambos en la curva de salida de Alfonso Molina con la avenida. El primero acabó precipitándose desde el puente y el segundo chocó contra una farola.

La policía también investiga si ese toque pudo influir en que saliese despedido y ha logrado identificar ya al conductor del segundo turismo, que abandonó el lugar del suceso a pie dejando allí a su padre, que colaboró en todo momento con las autoridades y que, finalmente, también tuvo que ser trasladado al Chuac. En cuanto al hijo, los agentes señalan que comenzó a prestar declaración en el juzgado a lo largo de este jueves. Además, destacan que, tras abandonar el lugar de los hechos, no regresó a su domicilio.

Se dio la circunstancia de que simultáneamente se produjo otra colisión casi en el mismo punto entre otros dos automóviles, uno de los cuales también huyó del lugar. Sin embargo, los agentes encargados de la investigación ya tienen localizado al conductor. El suceso causó enorme expectación en la zona, muy transitada a las seis de la tarde del miércoles, donde todavía este jueves se comentaba la fortuna de que nadie más resultase herido, ya que el automóvil se desplomó sobre el asfalto muy cerca de un paso de peatones. «No ocurrió una desgracia de milagro. Es como volver a nacer», afirmó una de las testigos el día del siniestro.

Preocupación por los familiares

Trabajadores de la mutua Fremap, situada casi al lado del punto del accidente, fueron los que prestaron los primeros auxilios a los heridos del coche que cayó desde el viaducto. En Voces de A Coruña, de Radio Voz, el doctor Ronaldo Escobar, indicó que «cuando lo vimos desde la distancia, pensamos que la situación iba a ser mucho más grave», pero se encontraron a los dos ocupantes ya fuera del coche, conscientes, orientados y, sobre todo, preocupados por dar aviso a sus familiares más cercanos de que se encontraban bien. «Los inmovilizamos, comprobamos sus constantes y prestamos la primera atención hasta la llegada del 061», indicó el facultativo.

«Cando saímos e vimos o coche contabamos con que a situación iba ser moito máis dantesca, sorprendeunos que saíran polo seu propio pé do vehículo», añadió Adriana Antelo, enfermera de la mutua, para quien su primera impresión fue que el accidente podría haber provocado más víctimas: «A sorpresa foi que ninguén quedara debaixo do coche». De hecho, varios testigos indicaron que había una chica joven llorando en una esquina próxima al paso de peatones. «Parece ser que estaba cruzando y se pudo apartar a tiempo», precisó otro viandante.