Teresa Vázquez: «Nos dicen que están inspeccionando las rutas, pero sigue quedando gente tirada en las paradas»

La Voz

A CORUÑA CIUDAD

Asegura que los viajeros de la línea que no circula por autopista tienen los mismos problemas

12 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Teresa Vázquez es una de las viajeras habituales del bus entre A Coruña y Ferrol. Como sus compañeras de asiento María o Beatriz cogen el de primera mañana para trabajar en A Coruña y el de mediodía para regresar a sus casas. Hasta este año era una solución redonda: el bus iba directo de estación a estación y completaba el trayecto en poco menos de 40 minutos. Tras el cambio de la concesión de la línea cada día es una incertidumbre: no saben a qué hora regresan a casa y si llegarán a tiempo cada mañana. O peor, si tendrán plaza en algún autocar: «Llevamos meses denunciando que han mezclado en el mismo bus a universitarios, sanitarios y funcionarios, que antes tenían autocares diferentes, ahora no llegan las plazas y como el bus va haciendo el recorrido por los campus hay viajes que tardan más de hora y media», explica Beatriz.

Teresa Vázquez añade que de acuerdo con los últimos datos que ha aportado la Xunta queda patente que el servicio está mal organizado: «Explican que hay 3.700 plazas diarias en esa línea y que los buses viajan a diario con el 55 % de ocupación media, entonces cómo puede ser que cuando hay mucha demanda se queden decenas de personas tiradas en el andén, como sucede cada viernes, el pasado sin ir más lejos», se queja una usuaria que afirma que cuando los inspectores de la Xunta se personan para hacer un informes es cuando se refuerza una línea en la que las plazas se asignan dentro del bus por orden de llegada. Precisamente por esta razón se forman largas colas en las paradas o la estación.

Doble cola el pasado viernes 

«Nos dicen que están inspeccionando las rutas, pero sigue quedando gente tirada en las paradas, queremos que la empresa Arriva nos facilite datos, porque cuando ella operaba había seis autocares directos entre las seis y las ocho de la mañana, ahora son cien plazas menos y el viaje es mucho más largo».

Los viajeros de la línea que no circula por autopista tienen los mismos problemas: «Los buses pasan a horas aproximadas, cada uno es de una empresa diferente ni los propios conductores saben el horario».