El jefe de infecciosos del Chuac avisa: «Cada botellón provoca un número indecente de casos»

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En la foto, Enrique Míguez durante la presentación de una campaña en el Chuac
En la foto, Enrique Míguez durante la presentación de una campaña en el Chuac ANGEL MANSO

Enrique Míguez recuerda en Radio Voz que la pandemia ya se dio por finiquitada varias veces y las mutaciones volvieron a reactivarla

01 oct 2021 . Actualizado a las 11:21 h.

Enrique Míguez, jefe de infecciosos del Chuac, fue este jueves tajante sobre los peligros que todavía acechan por la circulación del covid y la desescalada. En el programa Voces de A Coruña de Radio Voz, el especialista puso especial hincapié en desmentir convicciones más o menos extendidas, en especial en cuanto a la repercusión de las reuniones sociales y fiestas cuando la mayor parte de la población está ya vacunada. «Perdón, yo que sigo todos los brotes que hay en Galicia le puedo asegurar que cada una de las fiestas y botellones ha supuesto para cada ayuntamiento una debacle en el número de casos». Recordó que muchos de los contagiados «no van a ingresar en los hospitales, pero van a tener secuelas poscovid de las que no mejoran en meses. Cada vez que ha habido un botellón, ya fuese en Monforte, en Foz, donde sea, ha provocado un número indecente de casos», insistió. 

En este sentido, sobre la ampliación de aforos en espectáculos y eventos deportivos, la relajación del uso de la mascarilla y la aceleración en la desescalada, confesó: «Me preocupa y mucho». Se refirió a las diferencias entre comunidades en cuanto a hospitalizados en planta y uci y las tasas de positividad, ya que «no  tienen nada que ver los números de Barcelona o Madrid con los de Galicia, las velocidades no tendrían que ser las mismas; en Madrid se desescala con bastante gente ingresada», valoró.

En su opinión, la situación actual es comparable con la de julio del 2020, cuando reputados infectólogos dieron por concluida la pandemia y después volvieron a repetirse oleadas de contagios. «Ahora nos ampara una situación de vacunación muy buena, pero no debemos olvidar que entonces vivimos el desastre de la irrupción de la cepa alfa y después vino la delta, que si no fue mayor fue porque estábamos vacunados. Si no, la única solución habría sido de  ingresos masivos y volver a cerrar todo». Por ello, Míguez reiteró su advertencia de que «el virus sigue mutando y no sabemos si habrá una cepa que suponga nuevo escape inmunológico» para tomar en cuenta medidas de relajación, pero sin olvidar los riesgos. «Esto no se ha acabado aunque estemos cansados; el carpintero  -ejemplificó- suele cortarse precisamente cuando está a punto de terminar su pieza y quiere acabar rápido». Por ello, reiteró que «podemos entrar en una situación de mayor riesgo»' y apeló a la vacuna, la mascarilla y la distancia social como armas para evitarlo. «Si no lo entendemos, podemos acabar repitiendo el pasado, porque las cifras de hoy expresan la realidad actual, no la futura; no sabemos si el virus va a mutar y esta es una enfermedad curiosa: el infectado se puede volver a infectar, el vacunado se puede infectar y contagiar. No va a haber inmunidad de rebaño, no la va a haber. Solo vale la actitud personal de concienciación individual, no solo las medidas que tomen las autoridades, y desde luego las visiones de botellones masivos no ayudan para nada». 

Entrevistado por Pablo Portabales y Loreto Silvoso, advirtió del riesgo de perder la perspectiva e indicó que si bien «es cierto que no hay 13 plantas llenas de pacientes covid en el Chuac» como en etapas anteriores, los contagios siguen. «Nos está salvando la vacuna», añadió Míguez, que fue especialmente crítico con quienes trivializan determinadas conductas: «Cuando uno ve que hay quien asiste a fiestas o escucha que no pasa nada con los botellones.. que un sitio pase de 25 de incidencia a 600 es que pasa, implica sufrimiento a medio y largo plazo y hay que evitarlo; lo hemos vivido semana tras semana y que nos digan no pasa nada…. pasa y pasa mucho», recalcó. 

Como experto en enfermedades infecciosas, recordó que él mismo en mayo del 2020 preveía una evolución del covid en dientes de sierra «y al final fue una montaña rusa», de ahí que, en su opinión, no debe minimizarse el riesgo de que una nueva mutación provoque nuevas incidencias. «Si la vacuna sigue funcionando y la gente no hace barbaridades, asistiremos a brotes pequeños, puntuales. Sería una estrategia de contención, más que de eliminación, pero vamos a convivir con el virus un tiempo que no podemos precisar»

En este sentido, animó a vacunarse de la gripe porque «dos patógenos al mismo tiempo sería terrible» y recordó que si el invierno pasado el virus estacional no circuló «fue por algo tan simple como la mascarilla, lo que salvó a mucha gente».

Enrique Míguez indicó también que ahora mismo la mayoría de los infectados que necesitan ingresar en el hospital «fundamentalmente son personas no vacunadas, de edad media o jóvenes, y luego están los mayores vacunados» por el  fenómeno de inmunosenescencia o pérdida de protección debido a la edad. «Por eso se ha empezado a poner la tercera dosis en las residencias y sin duda el paso siguiente va a ser la tercera dosis a todas las personas mayores, a partir de los 80. Creo que no hay ninguna duda, es la misma población que la de las residencias y luego  yo creo que se va a plantear para todos los mayores de 65 años», pronosticó el jefe de servicio del Chuac. «Está claro que esta infección ha venido para quedarse y a no ser que venga otra vacuna mejor hablaremos de vacunación anual o con otra periodicidad al menos en personas mayores».

Como paciente de covid que fue, el doctor se refirió también a la postura de los pacientes hospitalizados que no se vacunaron. «Hay personas que reconocen el error y hay otros militantes que hablan de teorías conspiranoicas, es difícil pelear con posturas maximalistas. El que es razonable comprende el error, pero el que es iluminado, difícil discutirlo», dijo antes de apuntar que «por suerte Galicia es una comunidad pionera, tiene cifras mejores a las de Portugal, que se considera el país con mejores cifras de Europa».