Cámaras de Alvedro y Barajas captaron al sospechoso del crimen de A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Minuto de silencio en la sede de la Delegación del Gobierno, en A Coruña.
Minuto de silencio en la sede de la Delegación del Gobierno, en A Coruña. CESAR QUIAN

Huyó en avión a Madrid el miércoles y fue detenido el jueves en un hotel de la capital

17 feb 2022 . Actualizado a las 13:40 h.

La Policía Nacional sigue investigando las circunstancias del asesinato en A Coruña de la panadera de O Birloque, como era conocida Mónica Marcos Piñeiro por los vecinos de este barrio coruñés. Y ya han trascendido algunos detalles del crimen, como que la mujer recibió al menos cuatro puñaladas en el costado, el abdomen y la zona lumbar, algo que hace sospechar que el ataque por parte de su pareja pudiera haberse realizado por la espalda. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, también confirmó que el homicidio se cometió el miércoles a lo largo de la tarde, después de que Mónica saliese de trabajar, y no de madrugada, que fue cuando la encontró uno de sus hijos. Pero será el análisis de los forenses el que determinará la hora exacta a la que se produjo el homicidio, reconocido ya oficialmente como un crimen machista.

Las primeras investigaciones de este crimen, que lleva a cabo el mismo grupo de la Policía Judicial que se encarga del caso Samuel, pudieron determinar que el supuesto autor del crimen, José Ramón Guerreiro Galdo, de 48 años, natural del barrio de Os Mallos y antiguo alumno del colegio Sal Lence, cogió en Alvedro un avión hacia Madrid. Los agentes lo localizaron en las cámaras de seguridad de los aeropuertos de Alvedro y de Barajas, y en el listado de pasajeros del vuelo.

El seguimiento de su teléfono móvil y la coordinación policial con los compañeros de Madrid hizo el resto. Ya en la capital, el hombre buscó alojamiento en un hostal situado en la calle Sagasta. Allí llegaron al día siguiente, el jueves sobre las 20 horas, agentes de la Policía Nacional de Madrid para detenerlo. No opuso resistencia.

En cuanto a los motivos de este crimen machista, se barajan múltiples posibilidades, pero la que más peso parece tener son los celos. Según testigos, José Ramón Guerreiro tiene un carácter acaparador y no le gustaba que Mónica fuera tan sociable y alegre. Precisamente, los celos pudieron ser la causa de las últimas discusiones que tuvo la pareja y el detonante de la agresión que acabó con la vida de esta mujer, madre de dos hijos, Manuel y Sheila, a los que estaba muy unida. Esos desencuentros, supuestamente, hicieron a Mónica dudar de la relación y, según fuentes próximas a la familia, ella le pudo haber pedido que se fuera y poner fin al noviazgo.

También indicaron que Guerreiro había conocido a Mónica hacía ya muchos años y que volvió a contactar con ella a través de las redes sociales cuando todavía él estaba viviendo en Canarias, concretamente en Tenerife. Él decidió regresar a su ciudad natal e iniciar una relación sentimental con Mónica. Los allegados explicaron que llevaban juntos aproximadamente dos meses, desde que comenzó el verano, y que empezaron a convivir en el domicilio de Mónica, en la calle Juan Darriba, a finales de agosto. Con ellos también vivía Manuel, uno de los hijos de la fallecida.

Precisamente Manuel fue quien descubrió el cadáver de su madre sobre la una y media de la madrugada del jueves, cuando llegaba a casa después de trabajar. La encontró en el cuarto de la plancha, tendida en el suelo. Enseguida pidió auxilio por la ventana: «¡Abuelo, abuelo, sube, por favor, que la han matado!». Esa frase resonó varias veces y algunos vecinos acudieron a la llamada. El padre de Mónica se encontraba en la calle porque, precisamente, había ido a recoger al que ahora es el principal sospechoso del crimen, que prestaba ayudaba con algunas tareas en el obrador de pan de la empresa familiar.

Fue a ver al trabajo al hijo de su víctima antes de coger el vuelo

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, indicó este viernes por la mañana que estaba previsto que el traslado de José Ramón Guerreiro Galdo a las dependencias de la Policía Nacional de A Coruña se produjese en las horas siguientes a la detención. Y así fue, ya que en la misma tarde del viernes ya estaba siendo escoltado por carretera desde Madrid para ser entregado en las dependencias de la Policía Nacional en Lonzas, adonde llegó ya entrada la noche.

Aunque ya fue sometido a un primer interrogatorio, será en A Coruña donde se puedan esclarecer más detalles de lo ocurrido durante la tarde del miércoles en el domicilio de Mónica Marcos Piñeiro. De hecho, algunas fuentes apuntan a que el crimen pudo cometerse poco después de que la panadera saliera de trabajar, a primera hora de la tarde, ya que el presunto asesino tuvo tiempo suficiente para ir al aeropuerto, comprar un billete de avión, volar hasta Madrid y, una vez allí, encontrar alojamiento.

Discusión antes del crimen

También tuvo tiempo, antes de ir a Alvedro, para acercarse al local de hostelería donde trabaja el hijo de Mónica para charlar un rato con él y comentarle, entre otros asuntos, que estaba un poco disgustado porque había tenido una discusión con su madre, pero que el enfado no había ido más allá y que todo estaba bien. Los investigadores tendrán que saber ahora si, en realidad, José Ramón Guerreiro propició ese encuentro con Manuel para saber si sabía algo de su madre (por si lo había llamado y seguía viva), para despedirse o para intentar confesarle a él lo que había hecho. El caso es que el ahora detenido no esperó mucho más en A Coruña y decidió alejarse de la ciudad lo antes posible.

A última hora de la tarde ya estaba camino de Madrid, donde encontró alojamiento en el centro de la ciudad, en un establecimiento hostelero de rango medio, donde compartió la habitación con más clientes, algo habitual en los hostels. Al parecer, antes de la detención, los agentes de la Policía Nacional ordenaron que saliesen de la habitación el resto de las personas que estaban alojadas allí para poder proceder a la detención del sospechoso.

La subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, confirmó que José Ramón Guerreiro Galdo tiene antecedentes penales por dos delitos de violencia machista, aunque en esos casos no hubo un homicidio.