La junta directiva de la Federación Unión de Comercios Coruñesa, que preside José Luis Boado, ha abierto oficina en la calle Manuel Azaña de los Rosales, donde continuarán con su trabajo de potenciar el comercio de proximidad
17 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Nadie conoce mejor el comercio que los comerciantes», sentencia José Luis Boado. Es el presidente de una asociación cuyo nombre nunca me pareció muy afortunado, FUCC (Federación Unión de Comercios Coruñesa), un colectivo que nació en el 2012 y que este jueves estrenó su primera sede social en la calle Manuel Azaña de los Rosales. «Gracias a un convenio que firmamos con el Ayuntamiento podemos disponer de unos fondos para alquilar este bajo de precio asequible. Contamos con sala de reuniones y una zona para que los empleados a media jornada puedan desarrollar su trabajo. Los comerciantes disponen de poco tiempo para los trámites administrativos, los papeleos o gestionar los bonos Presco», relata José Luis, que también es presidente de la agrupación de comerciantes y vecinos de Monte Alto, poco antes de la inauguración. En la junta directiva cuenta con Abel Caballero (ya hice el chiste en otra ocasión), de los comerciantes de Elviña; Estrella Pérez, de la asociación que agrupa a los autónomos de O Castrillón, Eirís y Monelos, y el veterano Javier Mosquera, de la zona Obelisco. «Tenemos que aprovechar este momento de ir dejando atrás la pandemia para darnos a conocer, realizar actividades... El comercio de proximidad es algo más que un servicio de venta. Es un vecino que está al lado y que nos conoce. Donde no hay comercios, bares o tiendas no pasa la gente y se convierten en zonas más inseguras», analiza el presidente de una federación de la que forman parte 16 asociaciones. Lo han pasado mal. Estuvieron muchos meses cerrados y otros abiertos facturando la mitad. Pero desde ya cuentan con la primera sede social de su historia que pretenden que se convierta en un símbolo de la recuperación del comercio más cercano. El de siempre.