Xabier Anduaga, tenor de ópera: «A Coruña me ha dado la oportunidad de interpretar un papel con el que soñaba»

Lucía Cancela
Lucía Cancela A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Multipremiado a los 26, llega a la ciudad para actuar con «I puritani», el sábado en el Colón

29 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El tenor de moda está en A Coruña. Xabier Anduaga (San Sebastian, 1995) da el pistoletazo de salida a la Programación Lírica de A Coruña, organizada por Amigos de la Ópera. Actuará en el teatro Colón el próximo sábado. El joven interpreta a Arturo Talbo, protagonista de I puritani, uno de los roles más exigentes en la literatura operística: «En A Coruña me siento como en casa, por el clima, y sobre todo por la gente, que me lo pone todo muy fácil», dice. Llega con ganas. Primero por la obra que interpreta, «un rol que impone por quienes lo han cantando antes», y segundo, por su compañera de escenario y su director. Son Jessica Prat, as del bel canto y protagonista femenina de la pieza que dirige Giacomo Sagripanti. «Tengo la suerte de que Jessica sea mi amiga», valora. Con ella se siente más confiado sobre la tarima. «En el escenario estamos bajo una presión gigante, y poder tener una mirada conocida que me diga ‘tranquilo' es un lujo».

El tenor viene de ganar el International Opera Award y el Premio Opera 21 al Mejor Cantante Joven. Vamos, el Óscar y el Goya de la lírica. Y, a pesar de los reconocimientos, él se siente «igual o más normal que el año pasado», cuando lo manifestaba en una entrevista a este periódico. Su receta de éxito para seguir con los pies en el suelo es volver una temporada a su hogar, en San Sebastián, «y pasar un rato con mis amigos». Precisamente, es allí donde recargó las pilas para venir a A Coruña. «He tenido tiempo para estudiar de forma más pausada y para estar con los míos», comenta.

A la pregunta de si el 2021 ha sido su año, el tenor precisa: «Ha sido un buen año para los que llevo de carrera». Con cautela. Porque para él es una «gran responsabilidad» que le hace tener más trabajo. «Me exige un nivel y, a partir de ahí, es cuestión de mejorar cada día».

Ciudad lírica

Anduaga lleva en A Coruña desde el pasado viernes. Se encuentra inmerso en los ensayos de I puritani. «Tenemos bastantes jornadas para practicar, para hacer las cosas bien, que no siempre es posible», reconoce. Por ello, lo afronta con «mucho optimismo». También el público coruñés lo espera desde hace semanas, cuando se agotaron las localidades para escucharlo. «Aquí hay una temporada de ópera muy buena», comenta y añade: «La comparo con San Sebastián, y pienso ‘ojalá tuviésemos en casa lo que tienen ellos'». Por ello, lamenta una de las tantas restricciones a las que se enfrenta su sector. «Me gustaría que fuese posible ampliar las localidades en el Colón. Al final, el 50 % de aforo nos deja con las ganas». Aún así, relativiza porque «estoy seguro de que habrá futuras ocasiones para llenarlo».

También el covid ha cambiado su forma de trabajar. La mascarilla es obligatoria en los ensayos. «Resulta muy complicado. Es como si a un atleta que se ha preparado todo un año para correr 100 metros, llega el día de la competición y lo sujetan con una cuerda», explica. Eso sí, «mientras pueda trabajar, bienvenida sea».

Si hablamos de opiniones respecto a la ópera, Anduaga tiene las cosas claras: «Cuando la gente dice que la lírica es para privilegiados, pienso que se refieren al precio de las entradas». Por ello, aplaude las iniciativas de varios teatros para llegar a un público más joven. «Es básico que se ofrezcan obras más jóvenes y precios reducidos para los estudiantes, de ahí que los prejuicios se hayan reducido», valora.

Sin embargo, hay otros que perduran. «Tengo amigos que me dicen que la ópera es aburrida, pero hablar de forma general es algo arriesgado porque es tan abierta, tan diferente en años, idiomas y estilos que sería como si yo me atreviese a decir que no me gusta el cine. Pero, ¿qué cine?». Así que el tenor recomienda dejarse llevar y «entrar a la ópera para divertirse».

Fútbol o canto

«Vivir de mi hobbie era algo impensable cuando comencé», dice el tenor. Fue voz del Orfeón Donostiarra desde los 7 años. Y pese a estudiar música toda su vida, a los 17 tuvo que decidir entre sus dos pasiones, el canto o el fútbol. Claramente se inclinó por la primera. «Era mejor cantando que jugando al fútbol». Así que cursó el conservatorio, «sin pretensiones». A los 20 se presentó a varias audiciones en Italia y debutó con Alberto Zedda en la obra Il viaggio a Reims. Anduaga habla de suerte. «Fui afortunado», dice, aunque mejor inclinarse por el talento «y sobre todo por el trabajo duro», apunta.

Esfuerzo que lo convirtió en una de las promesas de la ópera. Este año debuta con muchos de los papeles con los que soñó cuando comenzaba. Precisamente, «A Coruña me ha dado la oportunidad con uno de ellos», destaca.