El acuerdo sobre la fachada marítima de A Coruña queda a expensas de un pacto político

David García A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

María Pita quiere una cumbre entre Núñez Feijoo e Inés Rey para cerrar las cifras

29 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El palacio de María Pita acogió ayer la segunda reunión interadministrativa de carácter técnico para definir el futuro de la fachada marítima, en concreto de los muelles de Batería y Calvo Sotelo. El encuentro no tuvo una trascendencia destacada, ya que la concordancia entre el Ayuntamiento, la Xunta, Puertos del Estado, el ADIF y la Autoridad Portuaria acerca del fondo de la cuestión obliga a que la cuestión se traslade a la esfera política para sellar el acuerdo y las cantidades de cada parte.

La Xunta llevó a este encuentro su postura de que su participación sea en la misma proporción tanto para la adquisición de suelo como para los fondos que se destinarán posteriormente a los trabajos de urbanización de los muelles.

Una contrapropuesta al plan municipal, que planteaba que el Ayuntamiento comprase el 75 % de los terrenos mientras que el Gobierno gallego asumiría la mayor parte de la obras. Dos posturas diferentes, pero no insalvables.

La Xunta también proponía que las negociaciones debían trascender al apartado técnico y definirse en el ámbito político. El guante fue bien recibido por el Ayuntamiento, que considera que su planteamiento es válido y que ahora deben ser la alcaldesa, Inés Rey, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quienes se encarguen de que las diferencias que todavía permanecen dejen de existir.

En la misma línea también aparece la Autoridad Portuaria, que ayer mismo remitió sendas cartas a la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, y al concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, emplazándoles a una reunión para establecer la participación de cada una de las Administraciones en Batería y Calvo Sotelo.

El presidente del Puerto, Martín Fernández Prado, propone crear un grupo de trabajo específico y «segregar» las soluciones para estos muelles y para San Diego, debido a la «diferente situación de cada zona en cuanto a disponibilidad, plazos de actuación, tamaño y Administraciones intervinientes», algo que también defiende el resto de partes.

El pasado 23 de febrero se sentaron las bases para caminar hacia el acuerdo que, todavía sin cerrar, parece más cercano que nunca tras los avances de los últimos meses.

Ahora se vislumbra otra fecha que podría ser clave, el 23 de agosto, justo seis meses después de ese encuentro, como el momento en el que se podría sellar el acuerdo definitivo sobre los muelles de Batería y Calvo Sotelo, siempre que los representantes políticos definan los detalles para el apretón de manos.