El Espazo Amizar de A Coruña afronta la recta final de sus obras con el punto de mira en septiembre

David García A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Gema García

El edificio con forma de óvalo está terminado a falta de ser amueblado y será necesaria la estabilización de un talud colindante con desprendimientos

26 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la obra de mayor envergadura que se inaugurará en A Coruña este año. Este es solo una de los atributos que el Espazo Amizar incluye en su carta de presentación, que se espera que esté completamente lista en septiembre, fecha estimada para el final de los trabajos.

Los trabajos en la antigua Delegación de Sanidade están bastante avanzados para albergar dentro de un par de meses las dependencias de Política Social y Emprego e Igualdade, además de espacios para entidades sanitarias y sociales sin ánimo de lucro.

Estas instalaciones en las que la Xunta invierte 6,3 millones de euros contarán con dos edificios: el prisma y el óvalo. A ellos hay que unir la renovación de la sede del 061, ya terminada. Mientras, los otros dos inmuebles avanzan a buen ritmo y el que tiene forma ovalada ya se da por finalizado a falta de la decoración interior y los últimos retoques. En medio de ellos habrá una plaza «a la que se buscó dar importancia», explica Manuel Vázquez Muño, arquitecto y director de obra. En esta zona se ubicará la entrada general, desde la que habrá una independiente para la oficina de Emprego, que estará en la planta baja del óvalo, y que sustituirá a la de Orillamar. Además, ambos inmuebles estarán conectados de manera interna en cada planta y se están instalando nuevos ascensores.

Madera de castaño, tablero en algunos rincones curvos y mucha zona acristalada tanto dentro como fuera serán algunas de las señas de identidad que se puedan encontrar trabajadores y ciudadanos, además del granito gris en zonas comunes como los pasos interiores que unen ambos edificios, todo ello «de procedencia gallega», indica Vázquez Muiño. Mientras, en el exterior el protagonista será el aluminio, que se conjugará con los ventanales.

El prisma es el edificio que dará a la calle Gregorio Hernández y en su planta baja ya se vislumbra la zona reservada para la sala polivalente, apuesta definitiva que se impuso a otras como un auditorio por ser más versátil, y con una capacidad aproximada para un centenar de personas. Este espacio estará a disposición, entre otros, de las entidades sociales que ocuparán los 12 compartimentos que se les reservan en la última planta de este inmueble.

La previsión para el final de obras está en mediados de septiembre, aunque los 47 trabajadores implicados en la ejecución del Espazo Amizar se están encontrando con un problema extensible a todo el sector como es el de «suministro de materiales», más lento que antes de la pandemia.

Los trabajos continúan en el interior de las estructuras pero también en el exterior. Desde la avenida del Peruleiro se está habilitando una entrada que estará reservada para autoridades y trabajadores, mientras que los ciudadanos lo harán por Gregorio Hernández.

Un centro «funcional» que aprovechará las instalaciones de Sanidade

«Es una puesta en valor de todo el ámbito con la rehabilitación integral y servirá para poner las instalaciones a disposición de toda la gente», explica Ethel Vázquez, conselleira. La titular de Infraestruturas e Mobilidade apunta que la antigua delegación de Sanidade pasará de instalaciones «en desuso» a ser «un lugar funcional» que contará con una «imagen renovada», por lo que consiste en la «recuperación de un espacio para que gane A Coruña». La Xunta considera que esta actuación contribuirá a «revitalizar la zona» y supondrá un ahorro aproximado de 700.000 euros en alquileres, por lo que la inversión realizada «se amortiza en breve».

El permiso

Además de problemas vinculados al sector de la construcción como la escasez de personal o los problemas en el suministro de materiales, las obras del Espazo Amizar se encontraron con un contratiempo una vez que comenzaron.

«Cuando empezamos los trabajos hubo desprendimientos en el talud», explica el arquitecto Manuel Vázquez Muiño sobre los contratiempos que se encontraron en la zona opuesta a la calle Gregorio Hernández.

Por este motivo tuvieron que elaborar un proyecto de estabilización para el que solicitaron licencia al gobierno local y que tuvo que abordar la particularidad de que por esta pared natural discurre una tubería que cuenta con protección patrimonial.

El permiso fue concedido recientemente desde María Pita, por lo que la dirección de obra podrá ponerse en próximas fechas con esta tarea suplementaria que tuvieron que añadir a las iniciales.