La colaboración ciudadana fue clave para detener a los agresores de Samuel

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Testigos informaron a la policía desde la misma madrugada del crimen

12 jul 2021 . Actualizado a las 09:00 h.

La rápida investigación de la Policía Nacional, que se ha traducido en la detención de seis jóvenes, dos de ellos menores de edad, por su implicación en el crimen de Samuel Luiz, habría sido más difícil sin la ayuda de ciudadanos que desde el primer momento intentaron frenar la agresión y contaron lo que habían visto a las fuerzas de seguridad.

El caso más conocido es el de los dos ciudadanos, uno senegalés y otro todavía por identificar, aunque según los testimonios también de origen extranjero, que intentaron proteger al joven cuando empezaba la pelea. Su intervención dio tiempo a Samuel para intentar huir de los jóvenes que lo agredían. Pero no pudo hacerlo por el empeño de estos en perseguirlo a lo largo de la avenida de Buenos Aires y su superioridad numérica.

También estuvo cerca de salvarle la vida la conductora anónima que alertó a una patrulla de la Policía Local de lo que estaba ocurriendo. Los agentes llegaron al lugar del suceso a las 3.05 de la madrugada del sábado, solo dos minutos después de que lpos agresores, saciados tras una auténtica caza al hombre de seis minutos, huyesen del lugar.

A Samuel lo atendieron dos transeúntes que vieron al grupo dispersarse y que rápidamente pidieron una ambulancia. Los suyos fueron de los primeros testimonios recabados por los investigadores policiales. Los testigos informaron de inmediato de que la agresión había sido perpetrada por una «multitud» de jóvenes, y que uno de ellos se había llevado el teléfono móvil de la víctima. Según fuentes del caso fue Kaio, un empleado de hostelería, al que se atribuye un delito de apropiación indebida además de los de asesinato u homicidio que también pesan sobre sus amigos. Esos ciudadanos también explicaron a la policía el irracional motivo del linchamiento: los agresores la emprendieron a golpes con Samuel porque creyeron que los estaba grabando con el móvil, cuando en realidad estaba haciendo una videollamada.

En el lugar del suceso también estaba Lina, la amiga de Samuel con la que hacía la videollamada. Los informes policiales de esa noche dicen que no pudo aportar características de los autores por su estado de nerviosismo. Pero en los días siguientes explicó paso a paso todo lo ocurrido, incluyendo la amenaza que el primer agresor lanzó contra Samuel antes de iniciar la paliza: «O paras de grabar o te mato, maricón». Los dos estaban llamando a Vanesa, pareja de Lina, que sí pudo precisar esa misma noche datos de los atacantes. Eran jóvenes, uno de ellos de «tez oscura, pelo corto moreno, vistiendo pantalón vaquero y zapatillas blancas de la marca Nike y un plumífero de color negro». Iba con una chica que llevaba «un vestido de color negro y una chaqueta del mismo color». Huyeron, añadió, en dirección a la plaza de Portugal.

En los informes de esa noche aparecen otros ciudadanos, que se acercaron a los agentes o llamaron por teléfono para aportar datos de los atacantes. Su ayuda facilitó que al día siguiente declarasen trece testigos. Entre ellos estaban los seis que luego fueron detenidos. Tres ya están en prisión provisional y los dos menores en un centro de régimen cerrado.