Tratamiento de la Afasia en A Coruña: la dura batalla por volver a llamar a las cosas por su nombre

El 29 de mayo del 2020 cambió la vida de una familia. Jorge Bermúdez, conductor de bus en A Coruña, sufrió un derrame en la parte izquierda de su cerebro. Tenía 39 años. Hasta ese momento, él, sus dos hijos pequeños y su esposa, Sabela Fernández, no sabían que tenía una malformación arteriovenosa. «Todo se rompió. Lo operaron de urgencia, el diagnóstico no era nada bueno, después de la intervención tuvo una infección y desarrolló un poco de hemiplejia en el lado derecho de su cuerpo. Cuando se despertó estaba desorientado, no conocía a nadie, apenas decía palabras», cuenta Sabela.

Poco a poco, Jorge comenzó a decir más frases, pero no podía nombrar las cosas, los bancos no eran bancos, eran cosas que servían para sentarse y los coches no eran coches, eran cosas que servían para ir de un lugar a otro. Desarrolló anomia, una de las formas más leves de afasia, que consiste en la incapacidad para nombrar, especialmente, sustantivos y verbos. Jorge forma parte de las más de 300.000 personas que viven con afasia en España , un trastorno de la comunicación en el que las personas tienen problemas en la comprensión y/o expresión tras sufrir un daño cerebral. En el mundo celebraron el Día de la Afasia el pasado 28 de junio para dar visibilidad a la enfermedad y a la ayuda especializada.

De acuerdo con la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de A Coruña (Adaceco), 29 personas con este trastorno son atendidas en la ciudad cada semana, y en el 80 % de los casos, la afasia es una consecuencia de un ictus o un accidente cerebrovascular, sin embargo, también puede ocasionarse por un traumatismo craneoencefálico, un accidente de tráfico, laboral, deportivo, una caída o agresión, por anoxia (falta de oxígeno en el cerebro) u otras enfermedades. María Penas, logopeda de Adaceco, explica que «existen distintos tipos de afasia según el área del lenguaje afectada y el lugar de la lesión. La recuperación depende de la edad, el diagnóstico, la lesión y las ganas que ponga el paciente en el tratamiento. En Adaceco valoramos cada caso y trazamos objetivos con las familias».

En el caso de Jorge, está en logopedia y neuropsicología en Adaceco desde el año pasado. Aunque en ocasiones siente frustración al no encontrar las palabras que necesita para comunicarse, tiene mucha voluntad por hablar con otras personas y decir lo que piensa, «a veces me siento enfadado cuando quiero decir algo a mis hijos y no puedo, pero luego pienso que ellos estarán siempre», dice.

Para la especialista María Penas, lo más importante en el tratamiento de personas con afasia es que aprendan a expresar de cualquier forma lo que quieren y necesitan. También recomienda hablarles a los afectados con la enfermedad de forma lenta, utilizar frases cortas, repetir una frase en caso de que no nos entiendan y no infantilizar el lenguaje.

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