Listas de espera de un mes para la instalación de piscinas en superficie en A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Las tiendas indican que el 90 % de los clientes optan por hacerlo ellos mismos

22 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos vecinos del área metropolitana están a la busca y captura de una piscina para pasar el verano de forma más fresca. A estas alturas del año, lo tienen difícil para contratar la construcción de una instalación soterrada ya que todas las empresas especializadas están ocupadas, al menos, hasta el próximo verano. Así que los coruñeses optan por opciones más fáciles de gestionar, que no necesitan licencia municipal, no hay que hacer excavación y, además, son más baratas. Se trata de las piscinas en superficie que, dependiendo del tipo y del tamaño, el precio puede oscilar entre los 300 y los 3.000 euros. Eso sí, para su instalación también hay lista de espera que puede llegar a un mes.

El director de la tienda de Leroy Merlin en A Coruña, Ignacio Carranza Landa, confirma que tienen una demanda muy alta, tanto o más que el año pasado. En el 2020, tras el confinamiento, se quedaron sin stock enseguida, pero en este 2021, dada la experiencia obtenida el verano anterior y que pudiera pasar lo mismo, en esta ocasión han sido más previsores y tienen suficiente stock, algo que muy pocas empresas han conseguido hacer ante la falta de suministro por parte de los fabricantes.

Juan Lartategui, responsable de Mundo Jardín en Leroy Merlín, explica que la demanda se dispara «en cuanto sale un rayo de sol» y que, en general, la gente no es suficientemente previsora. «Si quería hacer una piscina de obra o soterrada, ahora se da cuenta que tiene que conformarse con algo más sencillo, así que opta por las que se instalan sobre superficie», explica. Santiago Mariscal, vendedor y experto en jardín, indica que ellos tienen a la venta tres tipos de piscinas en superficie. Las hinchables y más básicas rondan los 45 euros. También ofrecen las tubulares, que van desde los 250 ó 300 hasta los 600 euros. Y, por último, las piscinas de acero. «En este caso, las de 500 euros las tenemos agotadas ahora mismo, así que las que hay disponibles van desde los 800 euros (de 3 metros de diámetro y 1,20 de alto) hasta las de 2.500 ó 3.000 euros (con 6 metros de diámetro y hasta 1,32 de altura).

Sobre una solera

Ambos expertos explican que lo ideal es tener una base de hormigón o, en todo caso, allanar y nivelar el terreno, ponerle grava y después compactar y poner una pieza de césped artificial. «El problema es que si este paso no se hace bien y se distribuyen mal las tensiones en la piscina, puede hundirse una pata más que otra y llegar a romperse o rasgarse. Y el proveedor no cubre esa incidencia si la piscina no está bien nivelada». A pesar de este inconveniente, los dos responsables señalan que el 90 % de los clientes que compran una piscina de este tipo se encargan ellos mismos de realizar el trabajo. «Una persona llega aquí y se puede llevar la piscina que quiera en ese mismo momento O, si prefiere que se la transportemos, al día siguiente ya la tiene en casa. Pero sí tendrá que esperar al menos un mes para que podamos hacer las mediciones y la instalación, porque tenemos a todos los técnicos saturados de trabajo», indica Juan Lartategui.

En cuanto a cifras, confirman que este año se han batido récords en la tienda de A Coruña. En concreto, esperan vender a final de verano más de 450 piscinas de acero para instalar en superficie. Y para este 2021 habrán realizado el proyecto para otras 15 piscinas que necesitan licencia municipal, es decir, que precisan excavación en el terreno para colocar el vaso de poliéster. En este caso, el coste ronda los 15.000 euros. «Y hacer 15 en un año es una barbaridad. El problema es que la gente no es previsora y lo quiere todo a última hora. El mejor momento para hacer una piscina de este tipo es en invierno, porque los equipos de instalación y los expertos están más libres y, por lo tanto, el trabajo se realiza con más rapidez. No hay que acordarse a última hora», insiste Juan Lartategui. Puntualiza que a esos 15 proyectos hay que añadir los vasos de piscina que venden sin las obras de instalación. «Hay clientes que lo hacen o contratan por su cuenta», puntualiza.

Cinco años con el mismo agua

Santiago Mariscal añade que están realizando una campaña entre los clientes para que no tiren el agua de las piscinas. «Hay formas de cuidar el agua sin necesidad de desecharla. Con el tratamiento adecuado tendría que aguantar al menos cinco años. Explicamos al cliente que le sale más caro renovar cada año el agua que mantenerla. Yo, que soy de Madrid, es algo que me llama mucho la atención», explica.