El proyecto de Bolboretas Rosas sigue avanzando, y este fin de semana unas cuarenta personas, la gran mayoría mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama, se subieron en dos embarcaciones
15 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Tenía un ojo puesto en los tatamis y otro en el móvil con las imágenes que me llegaban de Oza», comenta el doctor Rafael Arriaza. El fin de semana estuvo en París en el preolímpico de kárate y no pudo acompañar a las más de cuarenta personas que se apuntaron al precioso proyecto Bolboretas Rosas. «El resultado fue espectacular. Todo el mundo disfrutó. Ahora nos toca seguir remando y que el barco se convierta en algo de uso continuo. Si fuese una cafetería tendría que dar desayuno, comida y cena. Ya que tenemos un barco ojalá haya varias tripulaciones. Los barcos están para usarse. Ya veremos a dónde llegamos», reflexiona el impulsor de la iniciativa a la que han ido sumando otros profesionales y entidades. Esta vez salieron de Oza dos dragones, como se conocen los barcos que utilizan. Uno de ellos lo trajeron desde un club de Pontevedra. «Se llenaron los dos. Hubo 40 personas remando de las cuales más de 30 fueron mujeres diagnosticadas cáncer de mama», destaca. Hay que recordar que el remo, y el ejercicio en general, es algo muy recomendable para las pacientes. De París a Oza las bolboretas ya son una realidad que cada vez vuelan más alto.