Este lunes la Rúa Nueva ha pasado a ser peatonal y la zona entre el Teatro Colón y la plaza de Mina estrena una reordenación del tráfico rodado
02 jun 2021 . Actualizado a las 14:00 h.El desconcierto y el olor a pintura fresca fueron los grandes protagonistas de la mañana en la zona de los Cantones, donde hoy los peatones han ganado una pequeña batalla a los vehículos particulares en lo que a humanización de la ciudad se refiere. Allí, desde la rotonda del Teatro Colón hasta el cruce de la plaza de Mina, los operarios se afanaban por dar las últimas pinceladas a la reordenación del tráfico rodado.
De los cinco carriles existentes, excesivos tras la bajada de circulación registrada con la apertura del túnel de la Marina, se pasa a dos, uno en cada sentido. El tráfico en la zona quedará restringido al transporte público, bicicletas, residentes, carga y descarga y servicios. Los peatones además, verán consolidado el espacio que ganaron durante la pandemia y que hasta hace unas semanas estaba delimitado por unos bloques de piedra que servían de bancos en el tramo del paseo marítimo que va desde el monte de San Pedro hasta el Portiño.
El otro gran cambio se vivió en la Rúa Nueva, que desde este lunes ha pasado a ser peatonal, si bien la zona de carga y descarga se mantiene -está habilitada hasta las 11.00 horas- por el momento mientras no se habilite otra en el Cantón. Sin embargo, los transportistas no están contentos, ya que esa limitación horaria les dificulta el reparto en las inmediaciones de las calles Real, Estrella y Olmos. Nuestra jornada laboral es de ocho horas, no hasta las 11. Así nos complican mucho el poder realizar nuestro trabajo», denunció un profesional del sector en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz.
El cierre de la vía, que además de con San Andrés conecta con el paseo a través de Rúa Alta, obligará a los conductores que entran por la ciudad por Alfonso Molina a desviarse por Juana de Vega para dirigirse a cualquiera de esas dos calles. Además, el acceso a la calle para los repartidores cambiará y, en lugar de hacerlo a través del Obelisco, deberán realizarlo desde San Andrés, algo que también cuestionan ya que creen que el giro para los vehículos de grandes dimensiones «será muy complicado o casi inviable».
Hasta la Rúa Nueva se desplazaron esta mañana la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, que destacó la «recuperación dos espazos para o cidadán en detrimento do vehículo privado», y el concejal de Urbanismo, Infraestructuras, Mobilidade e Vivenda, Juan Manuel Díaz Villoslada, que participó en la retirada simbólica del semáforo del cruce de la calle con San Andrés.
