Filóloga, 55 anos, e teño que decidir entre AstraZéneca ou Pfizer?

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

A CORUÑA CIUDAD

Rosa Veiga

29 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Consentimento informado

Formo parte dese grupo de persoas que, sendo docente e menor de 55 anos, recibiu a primeira dose da vacina de AstraZéneca no mes de febreiro. Na actualidade sei, a través dos medios de comunicación, que me porán unha segunda dose de AstraZéneca ou Pfizer. Eu, filóloga, que non viróloga, nin vacinóloga, debo escoller e debo asinar un consentimento informado sexa cal sexa a miña elección. Pode alguén explicarme os motivos? Entendo a necesidade da vacina. Non entendo esta necesidade que teñen as diferentes administracións de obrigarnos a decidir algo que é da súa competencia e tampouco entendo a obriga de asinar ese consentimento informado. Para que? Por que? Por que só a nós? E se decidimos que non asinamos? María Asunción Caneda Cabrera. Xinzo de Limia.

 Cuestión de confianza

Próximo ya el tercer aniversario de que el nacionalismo vasco (PNV) le diese el poder, Sánchez lleva 93 decretazos. En el año 2018, veinticinco decretazos; en 2019, dieciocho; en 2020, treinta y nueve; y este año lleva once. En fin, siga con los decretazos, presidente, pero al menos plantee en el Congreso una cuestión de confianza sobre el indulto a los sediciosos. Por cierto, en las próximas elecciones incluya en las listas a Iván Redondo, que habla como si fuese diputado sin serlo. ¿A qué elecciones generales ha concurrido Iván Redondo? Por cierto bis, solo uno de los 93 decretazos se lo tumbó el Congreso; y en solo uno de ellos informó el Consejo Económico y Social, cuyos 61 expertos tampoco han informado en el decretazo de ayer de los ERTE. Será porque no es materia social, económica y laboral. Por cierto, si Sánchez no plantea una cuestión de confianza, no plantear una moción de censura sería inaceptable. La democracia lo exige. José Luis Gardón. Madrid.

  Las formas de Luna

Después de analizar las reacciones de los extremistas ante los avatares del día a día valoro cada vez más de ellos su coherencia con su ideología política. La incoherencia se vuelve coherente cuando se lleva la normalidad magistralmente al límite de la cordura para así justificar la adopción de medidas desproporcionadas; prueba de ello es la actuación de la voluntaria de la Cruz Roja que ven incluso como inapropiada y que requeriría, supongo, de sanción por no obligar al inmigrante a circular de vuelta al mar. No es esa la forma ni de llegar ni de quedarse en un país con sus propios problemas, pero... ya que han llegado, esa, señores, la forma de Luna, es la forma de atenderlos. Luis Cabaneiro. Lugo.