El Ayuntamiento de A Coruña no descarta comprar Sinagoga 4 si se acredita su valor histórico

Montse Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

De confirmarse su origen, el aljibe descubierto en el 2019, aunque documentado desde 1842, sería el primer elemento de arquitectura judía de la ciudad después de las tres lápidas excavadas en A Palloza en el siglo XIX

18 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuál era la función de la cisterna encontrada en la casa del número 4 de la calle Sinagoga? ¿Un depósito de agua, como los que todavía existen en el interior del castillo de San Antón o el subsuelo del Palacio de Capitanía, para subsistir en épocas de sequía o de asedio en una ciudad que no tuvo fuentes públicas hasta bien entrado el siglo XIX, como apunta Alfredo Vigo Trasancos en su informe sobre la singular casa de la judería coruñesa? ¿O, como señala el arqueólogo Felipe Arias, este aljibe abovedado de cierta monumentalidad sería un mikvé sefardí, en el que la comunidad judía (o una parte de ella) radicada en la ciudad antes de su expulsión por los Reyes Católicos en 1492 realizaba sus prácticas de purificación?

Sobre esta disyuntiva descansa la clave de bóveda de la investigación arqueológica iniciada por el Ayuntamiento en el 2018 tras recibir una solicitud de licencia por parte de los propietarios para reformar el edificio. Y también de ella dependerá presumiblemente el uso y la titularidad futuras de una casa que -en esto coinciden los tres informes encargados desde María Pita- merece algún tipo de protección en el catálogo del plan especial de la Ciudad Vieja y la Pescadería (Pepri) y a la vez que se ahonde en su estudio. 

Sondeos en el 2019

Es en los sondeos realizados en el 2019 por la empresa Tomos a instancias del gobierno local para descartar que la obra afectara a restos arqueológicos a proteger cuando aflora en la parte trasera, donde hace 70 existía una cuadra de caballos, el ya célebre aljibe, del que existe constancia al menos desde 1842. Un documento de ese año conservado en el Arquivo do Reino de Galicia y sacado a la luz por Javier López Vallo da fe de la subasta pública de la casa y describe sus dimensiones y su interior, incluida una «gran cisterna de cantería», recogida en adelante por los historiadores.

Su descubrimiento en el 2019 trajo indicios suficientes para que los arqueólogos establezcan una conexión probable con la comunidad hebrea que habitó la calle Sinagoga, conocida hasta el siglo XVIII precisamente como rúa de la Platería, el oficio al que se dedicaban buena parte de los judíos coruñeses en la Edad Media. Ningún informe -tampoco el del arquitecto Alfonso Díaz Revilla, que alude a la «singularidade máis que xustificada» de la casa- sugiere la presencia de una sinagoga de uso público en el lugar. Interpretan, aquí sí, una posible construcción de tipo residencial común para reuniones religiosas. Si se confirma ese origen, sería el primer elemento arquitectónico judío de la ciudad tras la aparición en 1869 de tres lápidas en A Palloza. El Ayuntamiento no descarta, llegados a ese punto, adquirir la vivienda para poner en valor los restos con la creación de un centro de interpretación.