Álvaro Mena, desde el Chuac: «El impacto de la vacuna es radical, solo ingresa gente de 50 a 70 años sin inmunizar»

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Álvaro Mena, internista del Chuac
Álvaro Mena, internista del Chuac PACO RODRÍGUEZ

El internista del Hospital A Coruña llama en Radio Voz a aplicar el sentido común «por encima de cualquier norma» y considera que «no es precipitado» abandonar la mascarilla en espacios al aire libre «cuando se permiten actividades de mayor riesgo»

13 may 2021 . Actualizado a las 14:30 h.

«En el hospital la sensación es de mayor tranquilidad, seguimos teniendo pacientes hospitalizados pero vemos una clara influencia de la vacunación frente al covid-19los ingresados ahora son personas no vacunadas y tenemos algún caso que ha ingresado alrededor de la primera dosis, que obviamente aún no habían adquirido inmunidad», ha subrayado este jueves Álvaro Mena, internista del Chuac, en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. El especialista indicó que la edad media de los pacientes que necesitan atención en el centro sanitario se sitúa en torno a los 50 y 70 años y en todos los casos se trata de personas que no habían recibido la pauta completa. «Es una buena noticia tener cobertura vacunal sobre un sector de la población, el de más edad, que era el que más ingresaba y que ha dejado de hacerlo», recalcó.  

Entrevistado por Pablo Portabales y Loreto Silvoso, Mena valoró en su intervención radiofónica que cuando la campaña cubra a toda la población de más de 60 «indudablemente» impactará en la asistencia sanitaria, tanto en atención primaria como especializada, dado que ya están notando que «la vacunación nos está dando mucho espacio, está generando mucho menos casos. En primaria y en el hospital ya lo notamos de manera radical».

Se refirió también a las imágenes del fin del estado de alarma  para romper una lanza a favor de los jóvenes, ya que «se está hablando de algunos actos repetidos en muchas ciudades, pero no representan a toda la juventud» y si bien valoró que la relajación de medidas impactará en contagios entre la población menos protegida, mostró su confianza en que no se produzca un repunte de casos importante a nivel sanitario. «Por suerte, en nuestra ciudad no han sido tan masivas», dijo en alusión a las concentraciones con la ampliación de horarios en la hostelería. Mena hizo un llamamiento a que los de menos edad «intenten tener cuidado, todos entendemos que han hecho un esfuerzo grande y los sanitarios lo valoramos, si creen que han estado en una situación de riesgo que se criben y tengan cuidado de separarse de los familiares que no están vacunados hasta que tengan la seguridad de que no están infectados», recomendó.  

Los consejos de precaución los extendió al conjunto de la población recordando que «hemos pasado unos meses que han sido tremendos, pero soy positivo; todo el esfuerzo que se ha hecho ha dado fruto, pero debemos tener cuidado y respetar las normas, no es cuestión de estado de alarma o no, el sentido común de las personas tiene que estar por encima de cualquier ley o norma», insistió. 

El internista abogó por una relajación de las medidas «de manera ordenada» y consideró que «no es precipitado» que en unos meses se plantee abandonar la mascarilla «en espacios al aire libre, en exteriores y no masificados», sobre todo teniendo en cuenta que ya se han rebajado limitaciones en espacios cerrados. «Parece razonable que una persona que va en bici pueda ir sin mascarilla cuando se habla de reactivar el ocio nocturno en el interior», dijo antes de añadir que «aunque uno no sea sanitario le choca que para hacer ejercicio al aire libre se tenga que utilizar y permitamos otras actividades de mayor riesgo». 

A su juicio, el avance de la inmunización y las medidas adoptadas han alejado tanto la elevada mortalidad como el riesgo de colapso sanitario, «pero creo que el problema va más allá, hay que pensar en el futuro, necesitamos que haya menor cantidad de virus circulante, tenemos que pensar en estrategias locales, pero también en estrategias de control exterior y global», subrayó. «Nuestro confort actual, a medio y largo plazo, pasa por un control global», reiteró Mena, quien consideró que incluso sin tener en cuenta cuestiones éticas o de cooperación y solidaridad, «desde un punto de vista incluso egoísta si no se hace un control global saldrá un SARS-CoV-3, 4 o 10», ya que «dejar correr el problema en otros países sin control, al final nos repercutirá», concluyó.