La lucha contra las plagas urbanas: tras los pasos de las ratas en la provincia de A Coruña

m. o. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

No hay que viajar a países exóticos ni pensar en pangolines, roedores o insectos son un peligro latente en las ciudades gallegas

10 may 2021 . Actualizado a las 19:25 h.

Asociamos la vida animal al campo pero en las ciudades, bajo nuestros pies, vive una de las colonias más abundantes de la Tierra. Puede que también la más detestada: las ratas. En concreto, la parda, la que habita en los sumideros. Este roedor que no entiende de crisis de natalidad es sin duda el animal que trae de cabeza a los servicios municipales del control de plagas. «La población de ratas no se termina nunca. Tienes que tenerla controlada todo el año, en especial, en las épocas en las que más crían -que son la primavera y el otoño-, cuando hay que hacer acciones de choque, además de las semanales habituales», destaca Mila Castro, concejala de Saúde e Medio Ambiente en Santiago.

El seguimiento y localización de sus nidos no es una misión que se deba solo a aspectos estéticos. «De todos os prexuízos que orixina a súa desagradable incidencia, o perigo para a salubridade é o que máis preocupa. Agora que vén o verán, duplicamos os medios para atender todas as solicitudes que nos chegan cada semana para que non haxa lista de espera», apunta Germán Costoya, el homólogo de Castro en el Concello de Ferrol. Cada semana hacen una media de seis intervenciones, doce en los meses estivales, lo que eleva el cómputo anual a 300. «O 95 % das actuacións do servizo», dice Costoya.

Tanto en la capital gallega como en la ciudad departamental, los servicios de desinfección, desratización y desinsectación se cubren por concurso a través de una empresa experta en erradicación de plagas. A mayores, se suelen separar los contratos sobre los que recaen la vigilancia de las epidemias que afectan a las plantas, como la del picudo rojo, el pulgón o la procesionaria en los jardines, y el de las aves, gaviotas y palomas, básicamente. 

6.300 puntos de control

En A Coruña, Control de Plagas Andrade lleva más de 20 años trabajando para el Concello. «Tenemos una red de 537 kilómetros de alcantarillado con 21.000 puntos de registro en la ciudad. Imagínate la de animales que pueden vivir aquí, especialmente, en las zonas más propicias, como donde se concentra la hostelería», destaca Manuel Vidal, veterinario y responsable de la empresa. Solo en los sumideros, se calcula que residen más de 20 millones de estos roedores en toda España, casi la mitad de la población del país. «En las ciudades distinguimos, básicamente, tres tipos de roedores. Los ratones, la rata parda y la negra, de menor tamaño», precisa Vidal.

Es esta especie la que está causando más de un quebradero de cabeza a los vecinos que viven en torno a la coruñesa plaza Isaac Díaz Pardo. «En el parque, hay una palmera en la que anidan, trepan, se balancean y de la que se alimentan. A una niña le cayó una en el hombro y a una vecina le saltó por la ventana, en un segundo piso», destaca Loli, una residente.

«Tenemos puntos de control, sobre todo, el lugares donde conocemos su presencia, pero las monitorizamos todo el año, para anticiparnos. Tenemos establecidos unos ratios y aplicamos un control cada 50 metros lineales. Aquí vamos dejando los cebos, dentro de las alcantarillas. Los vamos alternando, pues acostumbran su paladar», explica el veterinario Manuel Vidal. «Respecto al mes de mayo del 2020, este año redujimos un 50 % las quejas e intervenciones. En estos cinco meses llevamos 119», apostilla. 

Cucarachas o legionela

Hay vida más allá de las ratas. Sin contar a las colonias de gaviotas, las cucarachas son la segunda plaga urbana que más preocupa en los edificios municipales cuando viene el calor. De vez en cuando hay que actuar contra las hormigas, por ejemplo, en los colegios, o contra las garrapatas y las pulgas en los parques. «Ou contra as termitas. En Ferrol temos barrios moi vellos con moita madeira nos inmobles», aclara el edil ferrolano Germán Costoya.

Los servicios encargados de la desinfección y desinsectación tuvieron que actuar limpiando espacios como centros cívicos o pabellones tras los brotes de covid, «en el 2020 hicimos 1.504 actuaciones específicas en A Coruña», contabiliza Manuel Vidal, que destaca otro microorganismo contra el que hacen controles periódicos y que habita en los medios acuáticos: la legionela.

Con todo, los roedores son «el caballo de batalla», define Vidal. «Viven entre tres y siete años. Son prolíficas, ubicuas y muy residentes a enfermedades. Como encuentren una posibilidad de acceder a un edificio, es muy difícil erradicarlas. Se crían en las cámaras de las paredes, en los sótanos, y su gestación es muy corta, de 20 días», aclara Vidal.

Pablo Sánchez Quinteiro, profesor de la USC: «Las enfermedades transmitidas por la fauna pueden llegan por muchas vías»

Una zoonosis es una infección animal transmisible a las personas. En ocasiones, son sus parásitos los que provocan la enfermedad, como pasó con la peste negra o bubónica, producida por la mordedura de las pulgas de las ratas, pero, también hay peligro en las bacterias coliformes del tránsito intestinal con las que podemos entrar en contacto al tocar sin querer un orín y dar así origen a un caso de salmonelosis. Pablo Sánchez Quinteiro, veterinario y profesor de la USC experto en anatomía y producción animal, destaca que la incidencia de este tipo de casos es baja, pero «hay que estar expectantes».

-No hace falta temer a los murciélagos, roedores más cercanos son reservorios de muchos virus.

-Las ratas son reservorios de agentes patógenos que pueden llegar a los humanos y provocar enfermedades graves y serias. De origen vírico, bacteriano o derivadas de sus protozoos. No debemos caer en la histeria, en general la gente tiene un nivel de higiene alto y no estamos en contacto con ellas. Estas infecciones no son habituales, aunque sí pueden ser de difícil diagnóstico.

-¿Cuáles son las infecciones más comunes?

-Los robovirus son específicos de los roedores. En España, hay pocos casos. Pueden ser algo más habituales al norte de Europa. En Argentina hubo que confinar zonas por brotes. Cuando hay una infección de origen vírica, es de declaración obligatoria. Dentro de las bacterianas, está la leptospirosis, provocada por una bacteria que los roedores liberan en la orina. Ocasionalmente, hubo casos en España. De ahí, la importancia de limpiar los objetos que tocamos, como una lata de bebida que estuvo en un almacén. Está la toxoplasmosis, muy conocida por las embarazadas. Los animales que se alimentan de roedores, como un gato, pueden liberar los quistes de protozoos que tienen estos al ingerirlos por sus heces. En el campo, la rata topo se está acercando mucho a las zonas habitadas. Nos hemos encontrado con quistes de toxoplasma al analizarlas.

-¿Y las aves, qué riesgo tienen?

-Las infecciones transmitidas por animales pueden llegar por muchas vías. La epidemia de gripe aviar de hace 20 años fue causada por un coronavirus que pasó de las aves a los humanos. Por suerte, no se transmitía de humano a humano, con lo que no fue tan grave al final.