Fin del toque de queda sin complicaciones en A Coruña

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Las calles del centro eran un bullicio a las nueve de la noche, pero a las once estaban casi vacías

09 may 2021 . Actualizado a las 14:30 h.

Los relojes y las pantallas de los teléfonos móviles marcaron las once de la noche y no se vio gente apurando el paso para cumplir con el toque de queda y cambiar la calle por el hogar salvo a alguno que quería dejar atrás el viento que soplaba en puntos como la Marina. Quien quiso pudo permanecer fuera de su casa más allá de esta hora, aunque la mayoría optó por volver al hogar ante la imposibilidad de continuar con los encuentros sociales en algún lugar en el que compartir una consumición salvo los restaurantes. La ciudad aprovechó la primera jornada sin límite horario, aunque tampoco se tradujo en aglomeraciones de gente permaneciendo en la calle solo por el hecho de poder hacerlo. De hecho, ya un poco antes de las once de la noche se notó que muchos locales comenzaron a dejar de servir a sus clientes, que empezaron a enfilar la vuelta a casa en esta ocasión sin las apreturas del reloj.

La sesión de tarde-noche se impuso a la nocturna y las nueve fue la hora culmen. Calles del centro como Barrera, Estrella, Galera o Torreiro volvieron a experimentar el bullicio de antaño más allá de esta hora, pero fieles a la costumbre adquirida en los últimos meses, los coruñeses se fueron retirando poco a poco como si ya se hubiesen acostumbrado a tener una hora de regreso fija.

Por si hacía falta algún aliciente más que la eliminación del toque de queda para volver a disfrutar de las primeras horas de la noche, el calor de la jornada propició que muchos se dejasen llevar por las agradables temperaturas para fusionar el final de la tarde con el inicio del período nocturno sin tener estar pendientes del reloj.

Balance positivo

Los bares y cafeterías pudieron ampliar sus horarios hasta las once y la primera jornada se dio por buena. «Houbo un pouco de desborde controlado», asegura José Ángel Pastoriza, de El Tequeño, quien hubiese preferido que el primer día no fuese un sábado. «Non fixemos pretempada e chegamos ó primeiro partido sen adestrar», comparando su situación con un equipo de fútbol. Mientras, los restaurantes ampliaron su horario hasta la una y algunos presentaron una buena entrada en el segundo turno, aunque la tónica general fue de menos clientela que en el anterior.

Cuando ya eran las once, la mayoría de cafeterías ya habían terminado de recoger y las calles del centro de la ciudad eran escenario de un trasiego de parejas y pequeños grupos regresando tranquilamente a sus casas sin intención de aprovechar la libertad horaria. Si no fuese por los clientes que seguían en los restaurantes y que no había apreturas por el horario, uno podría suponer que seguía vigente algún toque de queda, quizás más tardío.

Paso a paso

La libertad total todavía tendrá que esperar a que la vacunación y la situación epidemiológica continúen con su tendencia positiva aunque el regreso de la normalidad casi absoluta durante la madrugada parece cada vez más cercano.

Lo que quedó claro ayer es que los coruñeses están listos para volver a disfrutar de la noche aunque tenga que ser paso a paso, como aclimatándose. El primero fue decirle adiós al toque de queda tras catorce meses y el próximo, cuando sea el momento, apunta a ser compartiendo en la calle algo más que una cena después de la medianoche.