Eddie Díaz: «Las primeras calculadoras de A Coruña se vendieron en La Luna»

A CORUÑA CIUDAD

Eddie Díaz, propietario del bazar La Luna, en A Coruña
Eddie Díaz, propietario del bazar La Luna, en A Coruña CESAR QUIAN

Mantiene las señas de identidad de un negocio que apuesta por la atención al cliente, como hacía su anterior propietario, Pancho Allora

25 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Llama la atención que en el año 2021 exista un negocio así. Pero lo sorprendente es lo mucho que vende. «Hoy vendí cinco radios analógicas. Y este mes llevo despachados seis radiocasetes y algún tocadiscos. La gente tiene cintas y resulta que no tiene dónde escucharlas. Y tengo apuntado el nombre y el número de teléfono de cinco clientes que quieren un reproductor de VHS nuevo. Me está costando, pero cuando los consiga, les llamo. Y los voy a conseguir aunque sea casi imposible», destaca Eduardo Díaz García, Eddie para todo el mundo. «Como Eddie Murphy, pero en blanco y con menos pasta. Desde los 8 hasta los 22 años viví en Inglaterra porque soy hijo de emigrantes. Y como no pronunciaban bien la erre de Eduardo me empezaron a llamar Eddie», recuerda este coruñés de 53 años que mantiene vivo el espíritu de un negocio mítico, La Luna, la pequeña tienda de Juan Flórez con su cartel que anuncia que venden electrónica y fotografía, vídeo, artículos de regalo, auto radio y relojería. «Le quiero dar las gracias a Pancho Allora, el anterior propietario que me enseñó el oficio. Falleció hace dos años y su deseo era que el negocio se mantuviese abierto, con las mismas señas de identidad y con una gran atención al cliente», resume Eddie, que me habla de Santiago, el primer propietario de esta Luna fundada hace muchas décadas.

El Casio F 91

De aquella primera etapa se cuenta que era una tienda de ultramarinos, pero que debajo de las judías y tomates se escondían medias o radios de tapadillo. «Eran otros tiempos. Todo lo que vendo es legal y nuevo. No hay nada de segunda mano. Hay modelos retro que imitan a los antiguos, pero nada más», aclara. Es un apasionado de la electrónica y de la informática, de hecho tuvo una tienda en Juan Flórez. Le encanta hablar de su trabajo y solo cambia de tema cuando se refiere a Sonia, su mujer, o a Iván, su hijo de 18 años. Antes les hablé del cartel. Pero ya no venden auto radios ni productos de fotografía. «A este sector se lo comió el móvil. Pero relojería seguimos teniendo y se despachan los Casio F 91. Otros productos estrella son las calculadoras, las primeras que se vendieron en A Coruña fueron en La Luna. Y nos compran muchos despertadores», asegura.

Para gente mayor

En esta tienda coruñesa no venden smartphones, venden móviles y teléfonos fijos con números del tamaño de los ojos de un búho. «Busco siempre producto para gente mayor. Debo de tener unos setenta tipos de pilas y más de treinta variedades de auriculares. Yo no compro por Internet porque quiero conocer al proveedor y poder exigirle si algo sale mal. La venta online es otro modo de venta. Yo no empaqueto y mando. Enseño el producto, lo probamos para ver que funciona... Y si no va bien, me lo devuelven. La gente vuelve. También hay aparatos con Bluetooth y puertos USB. Yo cada vez que veo cosas que pueden ser útiles las traigo para la tienda. Pero hay algo que está claro, si no lo encuentras en La Luna, no lo hay en ningún sitio», sentencia.

Las dosis de pilas

Es un hombre muy activo. De esas personas con gran espíritu comercial que, como te despistes un segundo, te vende algo. «Fui al otorrino y ya me iba a marchar. Hoy abriste tarde», dice un señor mayor que esperaba a la puerta del local cuando llegamos de tomar café. «Mis vecinos son mi familia del trabajo. Hay personas que vienen por sus dosis de pilas como si esto fuese una farmacia», comenta rodeado de pequeños electrodomésticos, despertadores, relojes, radios y un sinfín de productos más. «Busco siempre lo positivo de una situación negativa, pero sin ayudas esto es muy complicado y hay muchos comercios que no volverán a abrir. La pandemia hizo estragos y llegar a fin de mes es un milagro. Hay que pagar autónomos, luz, facturas y todo con horario reducido. Mientras, las ventas online no tuvieron ninguna restricción. Doy las gracias a todos mis clientes», sentencia. «Mira, esta radio es de pilas y lleva batería como un móvil», informa.