Condenan a prisión a tres miembros de Riazor Blues por dar una brutal paliza a un joven en A Coruña

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Edificio de la Audiencia Provincial de A Coruña, en Tabacalera
Edificio de la Audiencia Provincial de A Coruña, en Tabacalera EDUARDO PEREZ

La agresión, en julio del 2016, se originó por un tropezón en la calle y un comentario de la víctima sobre el fallecido Jimmy

23 abr 2021 . Actualizado a las 16:55 h.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña condenó a tres hombres a dos años de prisión como autores de un delito de lesiones. El tribunal les aplicó los atenuantes de dilaciones indebidas —retraso injustificado del juicio— y reparación del daño, pues durante el proceso habían adelantado la indemnización a la víctima, que era de 10.900 euros. Ninguno ingresará en la cárcel. El tribunal les suspendió el ingreso con el compromiso de que no vuelvan a cometer delito alguno en el plazo de dos años.

Los procesados, que en el momento de los hechos pertenecían a los Riazor Blues, según pudo contrastar la Policía, le propinaron una brutal paliza a un joven en la zona del Orzán. Ocurrió sobre las 3 de la madrugada del 24 de julio del 2016. Según se recoge en la sentencia, dos de los ahora condenados caminaban juntos por la calle cuando tropezaron con un joven que se encontraba con su novia. La víctima hizo un comentario sobre el fallecido Jimmy y uno de los acusados le dio un fuerte golpe en la cara. El chico continuó la marcha sin darle mayor importancia hasta que «tuvo que apoyarse en una pared dolorido por el golpe recibido, siendo en ese momento rodeado, de forma súbita, por un grupo de personas, no todas ellas identificadas, pero entre las que estaban los acusados Alberto Meilán, varias veces condenado por lesiones; Miguel Ángel Morandeira y Francisco Ruiz». Añade el fallo que estos, «puestos de acuerdo, y con el fin de menoscabar la integridad física de la víctima, lo golpearon, recibiendo un primer golpe lateral y otro de frente, en la cara, que le produjo pérdida de consciencia, cayendo al suelo donde siguieron agrediéndolo con patadas y puñetazos en la cabeza, impidiendo Miguel Morandeira que otras personas lo ayudasen».

Como consecuencia de los golpes recibidos, la víctima sufrió traumatismo facial con fractura órbita-cigomática bilateral, fractura de huesos propios nasales, fractura de apófisis pterigoideas derecha, fractura dento-alveolar de maxilar superior que abarca desde las piezas 12 a 22, con avulsión de las piezas 11 y 12 y subluxación de 21 y 22, que precisó para su curación de tratamiento quirúrgico consistente en ingreso hospitalario con exploración física y radiológica de las lesiones, cirugía con anestesia general y fijación con material de osteosíntesis de la fracturas órbita-cigomáticas derecha, dento-alveolar y reducción de huesos propios nasales con taponamiento nasal, medicación antiinflamatoria, profilaxis antibiótica, antiséptico, con posterior retirada de los alambres del bloqueo intermaxilar, comida de túrmix durante un mes y ejercicios de apertura oral. El joven invirtió en su curación 45 días impeditivos, de los que 3 fueron hospitalarios, restándole las siguientes secuelas: portador de material de osteosíntesis en maxilar superior y pérdida de incisivos centrales y lateral derecho, susceptible de reparación odontológica.

Cuando llegó la policía al lugar, se encontró con el agredido tumbado e inconsciente. Su novia, junto a él, les entregó a los agentes un teléfono móvil con un DNI, refiriendo que se le había caído a uno de los agresores.

Poco después, el dueño del teléfono y del documento se presentó en comisaría para denunciar que se lo habían robado. Inmediatamente lo detuvieron. En los días posteriores, la policía arrestó a tres personas más. Una de ellas, finalmente, resultó absuelta. Las otras pasaron unos meses en prisión provisional. Reconocieron los hechos.