Así fue cómo el negociador de la policía evitó el suicidio del agresor de la ronda de Nelle, en A Coruña

A CORUÑA CIUDAD

Después de tres horas de negociación y el aliento de una vecina, lo convencieron y el grupo de operaciones especiales lo detuvo

22 abr 2021 . Actualizado a las 20:34 h.

El negociador se ganó su confianza. Sin mentiras ni promesas, lo llevó a su redil. Le hizo saber que de los problemas se sale, pero de la muerte no. Fueron tres horas de enorme tensión durante las que se convenció a un hombre fuera de sí, arrepentido y dispuesto a lanzarse al vacío desde un octavo piso de la ronda de Nelle.

Cierto que hay negociaciones mucho más largas y difíciles, pero no por ello menos peligrosas. Aquí se enfrentaban a la incertidumbre. A un hombre totalmente decidido a quitarse la vida. A un individuo armado con un cuchillo, que ya había apuñalado a tres personas, con un mechero, una botella de alcohol y cinta americana en una mochila. Herramientas que en manos de un delincuente no sirven más que para hacer el mal.

El negociador, el inspector Carlos Temprano, jefe del grupo de investigación de grupos violentos, explicó que se lo encontraron con medio cuerpo por fuera de una ventana del rellano del último piso. Muy nervioso y seguro de que la única salida era tirarse abajo y acabar con todo. No soportaba que su expareja lo abandonase y solo pedía hablar con ella. El negociador, que según las circunstancias echa o no mano de amigos y familiares para que intervengan y terminen de convencer al posible suicida, según explicó, esta vez no permitió que la mujer hablase con él. La única persona que lo hizo fue la vecina del octavo, quien antes de la llegada de la policía y al verlo encaramado en la ventana, le pidió que no lo hiciera. Esta residente, que conocía al agresor, hizo el trabajo que más tarde terminarían los agentes. Al principio, se encontró a un hombre reacio a todo tipo de ayuda. Llegó a mostrarle el cuchillo empleado en el ataque exigiéndole que regresara a su casa. Lo hizo y llamó a la policía para comunicar dónde se encontraba el ahora encarcelado. Y no quedó ahí su intervención. Cuando el suicida quiso beber, ella le acercó una botella al negociador para que se la acercase.

El hombre le pedía perdón, pero sin apartarse del «precipicio». Todo quedó en manos del negociador y del grupo de Operaciones Especiales. Se enfrentaron al principio a un individuo que lo había preparado todo para evitar que los agentes llegasen a él. Puso maceteros y objetos en el rellano que conduce a las escaleras que llevan a la ventana. Luego le pediría disculpas a la vecina por romperle algunas de las plantas.

«Sin prisa», que es el peor enemigo en esos momentos, comenzó el negociador a bajar la tensión. A «conducirlo a la racionalidad». A «minimizar» la situación.

Finalmente, el inspector Carlos Temprano, con 14 años de experiencia y 18 actuaciones de este tipo, se lo ganó. Cuando lo sintió, se lo transmitió al comisario y este ordenó intervenir a los agentes del grupo de operaciones especiales, que en menos de un segundo superaron los 20 escalones que separaban al negociador del suicida y se abalanzaron sobre él, apartándolo de la ventana.

Según explicaron ayer los responsables policiales del operativo, el agresor había acudido al piso de unos familiares de su expareja porque, supuestamente, quería causar daño a sus seres cercanos ante la negativa de aquella a verlo o hablar con él. Apuñaló a una familiar, luego al compañero de esta, que se encontraba en el dormitorio y acudió en ayuda de su compañera. Y para rematarla, también acuchilló a un vecino que intentó mediar.

La policía cree que el individuo llevaba cinta americana, una cuerda, mechero y una botella de alcohol porque su intención era retener a los familiares de su ex.