Jesús Ramón Vidal, hostelero de A Coruña: «No sé por qué no se puede poner el toque de queda a las doce de la noche para que las personas cenen sin correr»

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Jesús Ramón Vidal Valdés, propietario de la Cantina Sixtina, en la Gaiteira
Jesús Ramón Vidal Valdés, propietario de la Cantina Sixtina, en la Gaiteira EDUARDO PEREZ

Los bares, por su parte, reclaman la misma ampliación horaria que tendrán los restaurantes de la ciudad a partir del viernes

14 abr 2021 . Actualizado a las 21:11 h.

«Todo lo que sea avanzar es positivo, el problema es que va muy lento», comentaba ayer Jesús Ramón Vidal Valdés, dueño de la Cantina Sixtina, tras conocer que podrá ampliar desde este viernes el servicio de las cenas hasta las 23.00 horas. Una frase que muestra a la perfección cómo se encuentra, en general, el sector de la hostelería en A Coruña: impotentes ante meses de continuas restricciones. «No se ha demostrado que la hostelería sea el epicentro de los contagios y no entiendo por qué hay estas diferencias a nivel estatal. Seguimos en un país en el que puedes encontrarte con una comunidad, como Madrid, en la que tienen manga ancha, y luego ver otras que tienen casi prohibido hacer lo mismo».

Pese a todo, Vidal señala que por el momento aprovecharán este alivio en las medidas sanitarias para los negocios con licencia de restaurante pero que están expectantes sobre cómo evolucione la situación. «Para nosotros imagínate lo que puede suponer no dar cenas ahora que se acerca el verano. Y tampoco sabemos si esto va a ir para adelante o para atrás. Hoy te permiten estar en A Coruña hasta las 23.00 horas, pero resulta que en Cambre le dan marcha atrás... Vamos a estar siempre cambiando de un lado para otro».

«A mí, por ejemplo, lo del medidor sí que me parece adecuado y oportuno. El tema del horario ya lo veo diferente»

Para poder ampliar su horario de cenas deberá cumplir otros dos requisitos, además de la licencia: atender con cita previa y llevando a cabo un registro de clientes para poder controlar posibles brotes. También tendrán que colocar medidores de CO2. «Hay cosas que son positivas. A mí, por ejemplo, lo del medidor sí que me parece adecuado y oportuno. El tema del horario ya lo veo diferente. No sé por qué no se puede poner el toque de queda a las doce de la noche para que las personas cenen sin correr».

La dueña de un bar: «Dos horas en una cafetería representa una importante facturación»

En peor situación seguirán los bares y cafeterías de la ciudad herculina, que tendrán que mantener el cierre de sus locales a las 21.00 horas. «Me parece que no tiene ningún sentido. No veo que sea una medida trascendental, ni para unos ni para otros. A las pequeñas cafeterías esas dos horas nos venían bien y más cuando, a día de hoy, no hemos recibido ni una moneda en ayudas. Entonces, para nosotros 50 euros es mucho, igual para un restaurante puede ser una cena de dos personas» sostiene Sandra Gabriela Telese Blanco, propietaria de Milaromas Café y Arte.

EDUARDO PEREZ

Esta empresaria señala que consiguió montar su propio negocio, junto con su marido, hace cuatro años y que no lo va a dejar morir sin luchar antes. «Nuestros clientes fueron los únicos que nos han apoyado durante este año. Después, nadie más. Llamo todos los días al departamento del Presco. Todos los días. Y todos los días me dicen lo mismo: En marzo que nos pagarían en marzo, en abril igual y así van moviendo la pelota».

Por ello, argumenta que «esa ampliación para una cafetería representa una importante facturación. Por ejemplo, 100 euros que se pueden hacer en dos horas, o menos tal vez, representa el 20 % de la facturación de un día entero. Y es mucho para una cafetería como la nuestra, que es pequeña. Esas dos horas no creo que representen a nivel general gran diferencia, pero para nosotros sería una ayuda».