Dieciséis asaltos a comercios desde noviembre en Os Mallos, O Ventorrillo y As Conchiñas

Preocupación, intranquilidad, y hasta miedo. Estas son las sensaciones de los empresarios y los vecinos del triángulo que forman Os Mallos, la Sagrada Familia y el Agra del Orzán, así como los de O Ventorrillo. Y todo por la profusión de robos desde noviembre, «aunque este grave problema ya se viene sufriendo desde hace años», aseguran representantes vecinales.

Se producen tanto en negocios como en viviendas, garajes y coches. De hecho, desde noviembre se perpetraron robos en 16 establecimientos, además de los que se vieron frustrados. También se sabe que los ladrones entraron en una vivienda unifamiliar y en un piso. Una treintena de vehículos fueron asaltados en ese período y varios ciudadanos fueron atracados cuando caminaban por la calle, entraban o salían de los portales de sus viviendas o tomaban algo en alguna cafetería.

Los ladrones visitaron siete comercios ubicados en el Agra del Orzán. Entre ellos hay tiendas de ropa, herboristerías, establecimientos de arte, talleres de coches y hasta un mercadillo de una oenegé. Tampoco se libraron de los asaltos varios automóviles.

Hasta tres negocios de As Conchiñas-calle Barcelona se vieron afectados por esta oleada. Destaca el atraco a una joyería, una tiende de segunda mano, y el pasado lunes, una perfumería.

O Ventorrillo es, posiblemente, «el barrio más castigado por este incremento de atracos», según fuentes próximas a la investigación. Destaca, sobre todo, el asalto a tres grandes supermercados, dos de la misma cadena. En estos episodios se vivieron momentos de gran tensión, ya que en todas las ocasiones los ladrones actuaron con extrema agresividad. Un asaltante llegó a esgrimir un arma blanca que blandió contra empleados y clientes del establecimiento.

Los residentes en este barrio también sufrieron muchos robos en automóviles, tanto aparcados en garajes como en la calle, y lo peor no fue el botín que lograron los ladrones, sino los daños causados en los vehículos. En las inmediaciones de esta zona, en A Silva, también fue asaltada una vivienda. Ocurrió a principios de marzo y los participantes en este delito lograron un botín superior a 4.000 euros.

En Os Mallos y en la Sagrada Familia también se contabilizó un importante número de asaltos en coches. Los ladrones incluso robaron gasolina de depósitos de vehículos.

Igualmente fueron asaltados varios comercios. Un atracador lesionó a una mujer al golpearla con la caja fuerte, que perdió cuando huía. Este individuo, que conducía un coche, fue perseguido por la policía por varias calles. Finalmente, fue detenido a punta de pistola en O Ventorrillo.

En Os Mallos fueron atracadas al menos tres personas. A una mujer la siguieron hasta su casa, en Ángel Senra, y le robaron tras golpearla en el ascensor. A Otra la atacaron a la luz del día en la puerta de su casa, en la calle Tornos, para robarle el móvil. El asalto fue escuchado por su hijo, que estaba hablando con ella por teléfono: «Temí por la vida de mi madre por cómo gritaba», dijo.

Y un hombre fue agredido el lunes en la ronda de Outeiro. Salía de un ciberlocutorio, de cobrar una transferencia cuando fue atacado por tres jóvenes de nacionalidad marroquí para robarle. Uno ya ha sido detenido.

Reclaman más vigilancia policial

Los representantes vecinales y de los comerciantes de Os Mallos, Sagrada Familia, O Ventorrillo, As Conchiñas y Agra del Orzán elogian «la inmensa dedicación y de los agentes de la Policía Local y del 091, así como la buena disposición que tienen con nosotros», indicó José Manuel Castro, presidente de la asociación de comerciantes de la calle Barcelona. Con todo, Castro considera que para minimizar la oleada de robos es necesaria mayor vigilancia en las calles y, sobre todo, «recuperar la policía de barrio».

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