El cierre perimetral de los muelles de A Coruña se mantendrá hasta redefinir sus usos

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

El muro y la verja están protegidos por Patrimonio y una parte data de 1929

12 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el puerto se irá abriendo poco a poco a los coruñeses... ¿qué pasará con el cierre perimetral que actualmente impide el paso? Esta es la pregunta que muchos ciudadanos se hacen después de que la Autoridad Portuaria anunciase su intención de que los ciudadanos pudiesen volver a pasear junto a la línea de agua; primero por el muelle de trasatlánticos (a finales de este mismo mes) y, después, por el de Batería (el próximo verano) y, así, continuar de forma progresiva con otro ámbitos portuarios que actualmente también tienen el acceso restringido.

Por ahora, el muro y las verjas se mantendrán en su sitio. Y, de hecho, su futuro no está sobre la mesa, según confirmaron los responsables del Puerto coruñés. Los planes de su presidente, Martín Fernández Prado, es que el tema se aborde en conjunto con el resto de Administraciones con competencias (Xunta y Ayuntamiento), cuando se definan las actuaciones a realizar en los muelles para su transformación e integración en la ciudad.

Recordaron que, en todo caso, cualquier intervención en el cierre tendría que tener el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio, ya que se trata de un elemento protegido. El tramo más antiguo es el que transcurre a lo largo de Primo de Rivera, y se construyó en el año 1929. Después, el muro con la valla de hierro forjado, se fue ampliando en diferentes épocas. Así, la puerta que está a la altura de la calle Entrejardines es de 1962; en 1981 se amplió el cierre en la zona de la plaza de la Palloza, mientras que la construida en el ámbito donde está situada la Delegación del Gobierno y la Policía Nacional así como el muelle de San Diego, data de 1999.

La Voz de Galici

En el verano de 1997, siendo presidente de la Autoridad Portuaria Juan Manuel Páramo Neyra, se sometió a votación popular el color que tendría la parte baja del muro. Los ciudadanos pudieron elegir entre cuatro opciones (azul, verde, rojo y salmón) y emitir su voto por correo, depositándolo en el edificio de la Autoridad Portuaria, a través de Radio Voz o por correo electrónico. De esas propuestas lanzadas por los técnicos resultó ganadora la de color azul. Esa propuesta estaba enmarcada dentro del proyecto de recuperación de la antigua valla histórica, que había sido sustituida por otra de menor valor ornamental. Durante dos semanas, los coruñeses tuvieron tiempo de expresar sus opiniones y, una vez hecha la selección, los operarios comenzaron a aplicar la pintura azul sobre los muros que, hasta ese momento lucían de un tono verde oscuro.

En su momento se invirtieron más de 18.000 euros (tres millones de las antiguas pesetas) en el pintado del muro, y otros 151.000 (25 millones de pesetas) para la construcción de 6.000 metros de vallas de estilo similar a la que se exhibía originariamente, y de la que tan solo se conservaba 200 metros en los almacenes portuarios.

Mientras las autoridades se ponen de acuerdo sobre el rediseño de esta parte de la ciudad, los coruñeses han podido disfrutar ya de los paseos por el muelle de trasatlánticos, algo que quedó prohibido por motivos de seguridad después de se produjeran los atentados de 11M. En todo caso, la zona estará cerrada desde al menos 24 horas antes de la llegada de los buques de viajeros. La Autoridad Portuaria ha destinado más de 92.000 euros para adquirir vallas móviles para, precisamente, delimitar las zonas destinadas al tráfico de cruceros turísticos cuando uno haga escala en el puerto coruñés.