¿Es posible hacer un nuevo barrio en el muelle coruñés de San Diego sin viviendas?

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

El PGOM prevé hasta 5.700 pisos y la UDC reduce esa cifra hasta cerca de la mitad

17 mar 2021 . Actualizado a las 10:05 h.

¿Será el muelle de San Diego un nuevo barrio de A Coruña? Esa es la pregunta que deberá resolverse en los próximos meses, cuando las Administraciones acuerden el documento que reemplazará a los convenios del 2004, en los que se preveía construir hasta 5.700 viviendas en la zona, tras el fin de los usos portuarios y su integración en el tejido urbano. 

Los antiguos convenios

Más de 5.000 pisos. Los acuerdos preveían una fuerte expansión urbanística, de la mano del sector privado, que permitiría obtener fondos para pagar la deuda del puerto exterior -300 millones de euros- y la urbanización del propio muelle, cuyo coste se estima en más de cien millones

Los convenios preveían que se dedicasen a usos residenciales al menos 344.581 metros cuadrados de San Diego. En esa superficie se podrían construir hasta 5.700 viviendas. Los acuerdos, firmados por dos socialistas: el exalcalde Francisco Vázquez, y por Magdalena Álvarez, exministra de Fomento, señalaban que la mitad de la citada superficie se destinaría a viviendas de protección.

Además, los convenios calculaban que otros 51.687 metros cuadrados se destinarían a los siguientes usos: «Oficinas y actividades logísticas; centro comercial/ocio y locales comerciales».

El partido más crítico con ese plan fue el BNG, que rechaza la «privatización» de los muelles. Pese a ello, los convenios no fueron modificados en el mandato 2007-2011, cuando los nacionalistas gobernaron en coalición con el PSOE. Años más tarde, en el 2014, Podemos y la Marea Atlántica se sumaron a esa reclamación. Sin embargo, los acuerdos tampoco se tocaron en el mandato 2015-2019, cuando la Marea gobernó en solitario la ciudad.

El cambio no se produjo a pesar de que todos los partidos estaban de acuerdo en que los convenios habían quedado obsoletos a causa de la crisis sufrida por el mercado inmobiliario. El anterior gobierno local de la Marea no solo no los modificó, sino que tampoco impulsó una reforma del plan general del 2013 -un trámite que es competencia municipal-, a pesar de que el plan prevé unos volúmenes de edificación en esa zona adaptados al texto de los citados acuerdos. 

El compromiso actual

Cambiar los pactos. El actual gobierno local tampoco ha reformado el plan general, pero sí ha obtenido un compromiso oficial de que los convenios del 2004 serán reemplazados. Esa fue una de las principales conclusiones de la cumbre celebrada el pasado 23 de febrero en María Pita con representantes de todas las Administraciones con responsabilidad en el puerto. El compromiso es que en seis meses se apruebe un documento que los sustituya. 

A pesar de ese avance, las posturas políticas no han variado. BNG y Marea rechazan construir vivienda alguna en San Diego -en cuya superficie cabría todo el casco antiguo de Betanzos-, pero sí están dispuestos a que se instalen empresas privadas. Mientras tanto, los socialistas y el PP evitan el debate. Pero no lo hace el Gobierno central, de PSOE y Podemos, que apuesta porque el puerto utilice parte de sus activos -es decir de los terrenos- para generar rendimientos que le permitan pagar la deuda. Es decir, vender una parte de los muelles para usos empresariales o de vivienda. Ese es el modelo que se ha aplicado en la mayoría de las ciudades del mundo, desde Bilbao hasta Londres, pero no está claro que sea el que se va a aplicar en A Coruña. 

El último plan

Las alturas actuales. El gobierno local encargó un estudio a la Universidade da Coruña sobre el futuro de la zona. El plan no renuncia a los usos residenciales en San Diego, pero los reduce de forma muy significativa con respecto a las previsiones actuales. De los 396.000 metros edificables del plan anterior baja a 227.666. De los edificios de cinco plantas más bajo o nueve plantas más bajo que prevé el PGOM pasa a plantear inmuebles de bajo más cuatro plantas. De hecho, el plan de la UDC prevé que en ningún caso se superen las alturas de las construcciones actuales, que están dedicadas en su totalidad a usos industriales. En conjunto el plan de la entidad académica supondría reducir a cerca de la mitad del número de viviendas. 

La cifra concreta es difícil de estimar, y distintas fuentes consultadas en el sector privado no han querido entrar en el debate, ante el tiempo que falta para que se pueda abrir ese muelle.

Más allá de la altura de los inmuebles, el plan de la UDC plantea que en San Diego se combinen los usos residenciales con los empresariales y las dotaciones públicas. Esas combinaciones han sido la solución más habitual en otras ciudades del globo.