El hombre herido por la explosión de una caldera en Vilagarcía permanece estable

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Está siendo tratado de quemaduras superficiales en la cara y en las manos en la unidad del complejo hospitalario de A Coruña

09 mar 2021 . Actualizado a las 12:41 h.

El hombre que ayer por la tarde fue trasladado en un helicóptero del 061 al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, tras ser víctima de la explosión de una caldera en su domicilio de Vilagarcía, permanece ingresado en la unidad de quemados del CHUAC. El parte médico indica que sufre quemaduras superficiales tanto en la cara como en las manos, y presenta una situación hemodinámica (referida a la circulación sanguínea) estable.

A la vista de la violencia con la que se desató la explosión, capaz de enviar por los aires las ventanas del domicilio a una distancia de diez metros, en la calle Bosque dos Desamparados pudo gestarse ayer una auténtica tragedia. La explosión de una caldera alimentada por bombonas de gas propano hirió a los tres inquilinos del primer piso de una vivienda de cuatro plantas. Se trata de una pareja de mediana edad y de su hijo, de unos veinte años. Tanto la madre como el joven apenas sufrieron daños, pero la situación del padre sí era preocupante. Cuando los servicios de emergencias acudieron al lugar, el hombre, de 55 años, se encontraba consciente y orientado, pero el equipo sanitario de la ambulancia medicalizada decidió dar aviso a un helicóptero del 061, que minutos después se posaba en el campo municipal de A Lomba, muy próximo al escenario del siniestro. El herido fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.

Por lo visto, la caldera explotó cuando sus usuarios quisieron encenderla. El hecho de que las puertas de la vivienda permaneciesen abiertas pudo impedir que los daños de la onda expansiva fuesen todavía mayores, pero no que un tabique, además de la propia fachada, se viese afectado de forma importante.

El arquitecto municipal de Vilagarcía acudió de inmediato al Bosque dos Desamparados para examinar la edificación y comprobar si su estructura estaba comprometida. De ser así, el Concello de Vilagarcía hubiese desocupado el inmueble y buscado alojamientos alternativos para sus vecinos. Finalmente, descartados los daños estructurales, solo fue necesario buscar habitaciones para la pareja y el hijo del herido más grave, que pudieron dormir en un establecimiento de hostelería de la ciudad. No obstante, técnicos de la compañía suministradora de gas también inspeccionaron la instalación en busca de posibles fugas.

Aunque una testigo de lo ocurrido aseguraba que había visto arder un tendal, el accidente no llegó a originar un incendio que lo hubiese empeorado todo. Los bomberos de la subestación de Vilagarcía se encargaron de garantizar la seguridad y atajar cualquier otro problema, al igual que los miembros del servicio municipal de Emerxencias e Protección Civil, cuya sede se encuentra muy cerca de la calle en la que se produjo la explosión. La Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía desplegaron su propio dispositivo y el alcalde, Alberto Varela, la coordinadora de Servizos Sociais y los concejales Tania García y José María González acudieron también al Bosque dos Desamparados.