El modernismo, un tesoro urbanístico a la vista de todos

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

El recorrido parte de la plaza de Lugo y llega a San Andrés y María Pita

18 feb 2023 . Actualizado a las 13:00 h.

El entorno de la plaza de Lugo es uno de los referentes más importantes de la arquitectura modernista de la ciudad, que comenzó a despuntar en A Coruña de la mano de la cosmopolita y emprendedora burguesía en el año 1906. En la calle Compostela 8 se sitúa un edificio con paredes y techos ideados como un invernadero de estuco, donde se pueden ver nenúfares, lotos y lirios. Dentro tiene una escalera que reinterpreta el acceso a la biblioteca laurenciana de Florencia.

En el número 11 se sitúa otro emblemático edificio ideado por el arquitecto Manuel Reboredo y construido entre 1905 y 1930. Su fachada exhibe dibujos de cisnes (por eso es conocida como la Casa de los Cisnes), juncos y espadañas, una inspiración exótica que llegaba con los objetos que traían los marineros desde Filipinas.

El arquitecto coruñés Antonio López Hernández creó en 1912 otra joya modernista en el número 13 de la plaza de Lugo, con ayuda del cubano Ricardo Boán y Callejas. Destaca, especialmente, la guirnalda de rosas que adorna el edificio, mientras una cariátide femenina observa desde lo alto.

Otro de los edificios modernistas más bonitos de la ciudad se encuentra en el número 22 de esta plaza. Fue creado por el arquitecto Julio Galán en 1910. La flora típica gallega se ve reflejada en ambos lados de sus miradores centrales, en la marquetería y en sus balcones de hierro, adornado con recreaciones de hojas de roble y de castaño.

Aunque muchos edificios modernistas no se conservan ya, en pie sigue como un buque insignia la Casa Salorio, en la confluencia de la avenida de Rubine con la plaza de Pontevedra. Este edificio fue creado por el arquitecto Antonio López Hernández en 1912, con planta triangular y el único portal de la ciudad que mantiene su artesonado modernista original.

Siguiendo el paseo por la calle San Andrés, hay múltiples ejemplos de la arquitectura modernista en sus números 7, 68, 71, 100 y 118, aunque entre todos ellos sobresale la Casa Fuente de San Andrés (Plaza San Andrés, 1), obra de Julio Galán Carbajal del año 1911.

La calle Real también esconde, entre galería y galería, joyas modernistas, como la del número 22. Fue creada por los arquitectos Julio Galán Carbajal y Antonio de Mesa entre 1909 y 1910, adornada con acebos, ramas, espigas, discos solares y rosas en su fachada.

Siguiendo la ruta hacia el Ayuntamiento (cerrado a visitas por el covid-19), se encuentra quizás el edificio más conocido del movimiento modernista de la ciudad. Se trata de Casa Rei, en el número 12 de la plaza de María Pita. Fue diseñado por el arquitecto Julio Galán e inaugurado en 1911. Su cornisa rizada, la cerámica vidriada de inspiración mudéjar y los balcones de la fundición Wonenburger.

También continúa en pie Casa Molina, en la calle Santiago y flanqueando la entrada a la Ciudad Vieja. El elegante edificio fue creado por el arquitecto Rafael González Villar en 1915, que se inspiró en el modernismo italiano de Turín para incorporar guirnaldas y cintas colgantes en su fachada.

De simple quiosco a Kiosco

En esta ruta del modernismo arquitectónico coruñés no puede faltar el Kiosco Alfonso. En una época en la que prosperaban los pequeños quioscos por toda la ciudad, Alfonso Vázquez fue el primero en obtener del Ayuntamiento, en 1906, autorización para ampliar sus instalaciones. Y en 1909 consiguió, además, permiso para cerrar el perímetro con vidrieras portátiles para los días de mal tiempo. Pero fue en 1912 cuando se emprendió la construcción del edificio que ahora conocemos, con la firma del arquitecto Rafael González Villar Alfonso, con forjados de hierro de la fundición coruñesa Wonenburger.