Pedro Marcos, director de hospitalización del Chuac: «En los listados de pacientes hay muchos apellidos repetidos»

P. Portabales / L. Sivoso A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Imagen de archivo de Pedro Marcos Rodríguez, neumólogo del Chuac y director médico de hospitalización y urgencias del área sanitaria de A Coruña y Cee
Imagen de archivo de Pedro Marcos Rodríguez, neumólogo del Chuac y director médico de hospitalización y urgencias del área sanitaria de A Coruña y Cee CESAR QUIAN

El especialista en neumología, que alerta de la elevada contagiosidad de la cepa británica,  llama a la prudencia a la hora de relajar medidas

12 feb 2021 . Actualizado a las 12:57 h.

Pedro Marcos Rodríguez, director médico de hospitalización y urgencias del área sanitaria de A Coruña y Cee, mostró este jueves en el programa Voces de A Coruña de Radio Voz una contenida actitud ante el descenso del covid, ya que si bien «afortunadamente después de días críticos se va enderezando» la curva, dijo, también subrayó que en el caso de A Coruña «esperábamos ver ya mejores datos, nos está costando mucho y de cara al futuro lo que nos preocupan son los ingresos».

Según señaló Marcos, especialista en neumología, «todas las mañanas me hago la pregunta de porqué sigue habiendo en nuestra área más de 200 contagios nuevos cada día», algo que en su opinión «probablemente no se puede explicar por un único factor». Aludió a las especiales características de la demarcación coruñesa, con una concentración y movilidad de población «que no se da en ningún sitio de Galicia» y que, además, también concentra la mayoría de los recursos sanitarios en único centro, el Chuac. Además, indicó también que «A Coruña es la ciudad más relacionada con Gran Bretaña» y estimó que la cepa británica podría ser la más prevalente en el área. «Esto unido a que cuando se tomaron las medidas más duras aquí ya lo estábamos pasando realmente mal podría explicar la situación actual», resumió. 

Sobre la elevada contagiosidad atribuida a la cepa británica, indicó que en la primera onda del covid se encontraban con un caso o dos en la misma familia, mientras que «ahora coges los listados de pacientes y hay muchos apellidos repetidos, pacientes del mismo domicilio y núcleo de convivientes», por lo que, a su juicio, «clarísimamente la cepa es mucho más contagiosa». «Parece ser que es una cepa que en Galicia en general se ha movido bastante», añadió, de modo que consideró que en el área coruñesa puede haber impactado «de manera especial». Por otro lado, consideró que con los cribados se están detectando pacientes con baja carga vírica, por lo que «estamos diagnosticando en fases más iniciales e igual lo que ahora es un problema al detectar más casos, luego nos puede impactar de manera muy favorable en la reducción de hospitalizaciones». En este sentido, defendió el uso de test de antígenos en la estrategia de búsqueda activa de casos, ya que con esta prueba «detectamos pacientes muy contagiadores en ese momento y cortar ahí la transmisión impacta directamente en la población». 

«Si algo hemos aprendido es que si tuviéramos que elegir una profesión para el coronavirus es la de matemático», añadió en alusión a la relación contrastada entre número de casos, ingresos, pacientes en uci y fallecimientos y a los plazos que se suceden desde que el descenso de las infecciones se refleja en la ocupación de camas.  En el caso del Chuac, donde llegaron a tener 60 ingresos por covid diarios, ahora «se van más pacientes de los que entran, pero aún siguen entrando bastantes; ayer mismo ingresaron 22; el impacto es grande», agregó antes de explicar que la situación se agravó debido a que, a diferencia de lo que ocurrió en la primera ola, desde agosto y después con el repunte en noviembre, «no pudimos vaciar al máximo, no pudimos dejar el hospital a cero de covid». «Este es el peligro -recalcó- porque como tengamos que seguir dedicando recursos al coronavirus, nos va a seguir impactando en la actividad ordinaria».

Se refirió también a los cambios «significativos» en el perfil del paciente que ingresa  ahora en el hospital, cuya edad media es de 66 años frente a los cerca de 80 en la primera ola, y también al descenso de la estancia media, de 11 días a 8, que atribuyó a la adquisición de mayor experiencia en el manejo de la enfermedad. 

Aunque «no es fácil hacer previsiones», Marcos consideró que si con las restricciones actuales «estamos como estamos», aún con el progresivo descenso de la presión «seguiremos manteniendo entre 15 o 20 ingresos diarios, y eso va a provocar tener un número de camas ocupadas continuamente, más unidades que en olas previas dedicadas al covid, y eso nos va a condicionar la actividad ordinaria en el hospital». Por ello, señaló que «el riesgo está que con la relajación de medidas esos 200 contagios diarios pasen a ser 300 y volver de nuevo al escenario conocido previamente, con el sobreesfuerzo que supone y el cansancio del personal ya fatigado». 

Los profesionales sanitarios «están cansados y es normal; vamos a cumplir un año con covid, con vaivenes, con aceleración y freno, de nuevo aceleración y pensando en hasta dónde vamos a llegar», explicó el director médico, que quiso destacar el esfuerzo y compromiso de los trabajadores, en especial a los de las áreas de críticos debido a la fuerte presión que están viviendo. «Es un orgullo ver cómo lo toman todo, y logran que se supere, no deja de sorprenderme», recalcó antes de aludir a la llegada de la vacuna y a su confianza en que «esto pueda empezar a mejorar un poco; se está haciendo largo, pero entre todos tenemos que conseguirlo, no nos queda otra», concluyó.