Al fin un somier

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

ALEJANDRO

Yo creo que si existe el dichoso fogar de Breogán tiene que ser a la fuerza de ladrillo vista y lucirá con orgullo una parabólica sobre la uralita reglamentaria

02 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Como estamos perimetrados y no podemos ir al rural, el rural tiene que venir a nosotros. Husmeando las lindes del municipio en busca de un poco de verde que llevarme a los ojos, me encuentro con un somier haciendo las veces de cierre de un solar y respiro aliviado: no todo está perdido aún. Yo creo que si existe el dichoso fogar de Breogán tiene que ser a la fuerza de ladrillo vista y lucirá con orgullo una parabólica sobre la uralita reglamentaria. El llamado feísmo es una seña de identidad como cualquier otra que debería incluirse cuanto antes en la ley de símbolos de Galicia (o como se diga).

A Coruña, que por algo pone en la fachada del palacio de María Pita que es cabeza, guarda y llave, fuerza y antemural del Reino de Galicia, también es líder en esto y afortunadamente no ha renunciado todavía a sus somieres.

Lo del feísmo va a ser, como el Partido Comunista de la URSS, cuestión de nomenclatura. Al fin y al cabo, no hay negocio más antiguo que dar nombres diferentes a la misma cosa. Ahora, por ejemplo, a la letanía de nuestros abuelos «isto aínda pode servir para algo» lo llaman economía circular.

Y si un paisano agarra una rueda de bicicleta oxidada y la planta en la salita a modo de mesa auxiliar, es un desertor del arado que requiere terapia de choque. Pero si la misma rueda la cuelga en un chalé de diseño una personal shopper entonces la chatarra ya es un objet trouvé o incluso trash art.

Aunque para trash art, nada supera al Ford Fiesta Coruña T puesto a secar entre las mazorcas del galpón, con las gallinas tocando el claxon por turnos. Que el difunto Ford Fiesta pase de ferralla chunga a la categoría de objet trouvé es solo cuestión de los kilómetros (mentales y de los otros) que separan el chalé con piscina infinity de una humilde palleira de Paderne.