El desprendimiento en Rey Abdullah no dañó los edificios colindantes

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez

La constructora confirma que los desalojados volverán en una semana a sus casas

16 ene 2021 . Actualizado a las 09:11 h.

Las 32 familias desalojadas de los dos edificios afectados por el desprendimiento de un muro de contención en Rey Abdullah podrán volver a sus casas en el plazo de siete u ocho días. La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, confirmó ayer en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, que la empresa constructora, Desarrolla Obras y Servicios, está trabajando las 24 horas del día para poder resolver cuanto antes la incidencia y que las más de 60 personas que tuvieron que abandonar sus viviendas puedan regresar a ellas cuanto antes. «Estamos en continuo contacto con la empresa y nos han confirmado que están haciendo todo lo posible para los desalojados puedan regresar a sus domicilios en el menor tiempo posible. Nos dicen que podrían hacerlo en unos siete u ocho días», indicó. 

«No hay riesgo»

El equipo técnico de Desarrolla, junto a los técnicos de la promotora han constatado que no se ha producido ningún tipo de daño en los edificios colindantes, como tampoco se aprecian síntomas de desestabilización en ninguna edificación. «No obstante, y como medida preventiva, en la misma mañana del viernes la constructora ofreció a las familias afectadas alojarse provisionalmente en el Hotel Riazor mientras duren los trabajos necesarios para solventar la incidencia», explicaron desde la empresa. En este sentido, la alcaldesa de A Coruña confirmó este viernes que los técnicos municipales están en continuo contacto con los de Desarrolla y que ambos coinciden en que «no hay daños ni hay riesgo para las viviendas afectadas» y que, afortunadamente «tampoco hubo que lamentar daños personales». 

«Estas no son unas vacaciones»

La empresa aclaró que está en permanente contacto con las familias afectadas. Algunas optaron por irse a la casa de algún familiar en vez de alojarse de forma temporal en el Hotel Riazor. Los vecinos indicaron que la mayor parte de los residentes son gente mayor y, en algún caso, con enfermedades o escasa movilidad, por lo que han buscado refugio en el entorno familiar. Según confirmaron desde el Ayuntamiento, dos de los pisos actualmente no están habitados y, por lo tanto, no se pudo contactar con sus moradores. Además, otra de las viviendas estaba vacía porque los propietarios están realizando obras de reforma y se habían trasladado a una segunda residencia en el término municipal de Oleiros.

CESAR QUIAN

En todo caso, la gran mayoría optó por el Hotel Riazor, como Mar y Rubén, un matrimonio con un hijo de 13 años y una perra, que tuvo que dejar su hogar el jueves por la noche. «Esto es un trastorno absoluto. Todos han sido muy amables y en el hotel estamos como en casa, pero como en casa no se está en ningún sitio», explica esta vecina. Aunque reconoce que los han instalado en dos habitaciones comunicadas y con todos los servicios, «no podemos hacer vida normal. Esto es un trastorno, no unas vacaciones». Indica que su hijo fue ayer a clase y tanto ella como su marido, a trabajar. La suerte es que les autorizaron alojarse en el hotel con su perra, Pipa, «que no hace más que mirar por la ventana porque ve la playa y quiere que la llevemos».

La reparación del muro conlleva la instalación de barras horizontales estabilizadoras

Portavoces de Desarrolla Obras y Servicios explicaron que tan solo unas horas después de que se detectase la incidencia arrancaron los trabajos para consolidar la zona donde se desprendió el tramo de muro de sótano. En este sentido, confirmaron que han puesto en marcha un doble turno de trabajo y que las labores se centran en retirar el material caído y, desde ayer, «portar tierras de relleno en el solar con el objetivo de levantar una bancada horizontal en la que instalar una máquina que proceda al bulonado del macizo rocoso en el que se asientan los edificios colindantes al solar». Aclararon que el trabajo con bulones consiste básicamente en la colocación de barras de diferentes materiales que, gracias a su resistencia, colaboran en la estabilización de la excavación.

A pesar de que algunas personas se han quejado de que tienen grietas en sus casas que achacan a este incidente, desde Desarrolla puntualizaron que se está siguiendo estrictamente el protocolo y no hay constancia de daños en los inmuebles próximos.

En cuanto a la posibilidad de que queden en el subsuelo bolsas de agua que cause nuevos colapsos en el muro de contención, indicaron que el equipo técnico de Desarrolla, la dirección arquitectónica de la empresa promotora así como otras dos compañías especializadas en estudios geológicos trabajan sobre el terreno para evitar que en el futuro se puedan reproducir situaciones similares. Aunque se ha abierto una investigación, los técnicos creen que el colapso en uno de los anclajes del muro fue por la abundancia de agua acumulada en el subsuelo procedentes de las fuertes lluvias de diciembre.